6 meses luchando contra opacidad de la información del Estado sobre la seguridad ciudadana

Sin datos no es posible la comprensión exhaustiva de un problema ni la elaboración de políticas públicas. Ante la opacidad de la información del Estado sobre la seguridad ciudadana en Venezuela y en particular en la ciudad de Caracas, el Monitor de Víctimas es una plataforma que levanta información independiente.

El Monitor de Víctimas es un proyecto impulsado por Caracas Mi Convive y la plataforma digital Runrun.es que combina participación ciudadana con periodismo de datos e investigación. A través de la recolección de información sobre los homicidios que ocurren en Caracas, se busca caracterizar los hechos e identificar patrones que contribuyan con el diseño de políticas públicas orientadas a reducir la violencia.

El 1 de mayo de 2017 comenzamos a recolectar los datos de homicidios en los cinco municipios de Caracas y en los primeros seis meses se han levantado 900 registros de homicidio (haciendo uso de una aplicación móvil), se han publicado más de 50 noticias, 10 reportajes de investigación y hemos producido 4 reportes analíticos. En muchos de estos reportajes, líderes comunitarios de toda Caracas han hecho aportes que nos permiten contar las historias de las víctimas desde la perspectiva de sus familiares y las comunidades.

En este tiempo y gracias a la información producida, hemos descubierto y denunciado situaciones muy alarmantes que, de no ser por este proyecto, hubiesen quedado enterradas.

Específicamente, se ha encontrado que las fuerzas de seguridad del Estado han sido responsables de 40% de los homicidios en Caracas. Sus víctimas son principalmente hombres jóvenes entre 18 y 30 años de edad. Además, las ejecuciones extrajudiciales se han convertido en un procedimiento común de estos organismos, ya que en solo seis meses se han registrado 118 casos. Esto último representa una grave violación a los derechos humanos.

Una madre de San Agustín, cuyo hijo fue víctima de la violencia policial en junio de este año, en su propia casa por una “equivocación”, y que luego fue clasificado como un enfrentamiento por los cuerpos de seguridad, nos comentó que mes y medio después del suceso, la policía se presentó nuevamente en su casa y al preguntar por la orden de allanamiento el oficial sacó su arma, apuntando hacia su cara y respondió: “mire señora, la orden de allanamiento es esto, ve”.

Estos delitos institucionalizados a través de las OLP y otros operativos, pasan desapercibidos a la opinión pública. Las condiciones desiguales bajo las cuales se desarrollan las comunidades más vulnerables de la ciudad las posicionan como escenarios propicios para crímenes del Estado, generando una respuesta social violenta a sus acciones y alimentando, en consecuencia, el círculo de violencia y exclusión de los sectores populares.

Por otro lado, se ha descubierto que cada homicidio genera, en promedio, un niño o joven menor de edad huérfano, situación ante la cual no existen políticas públicas. La abuela de Andrés, un niño de 5 años que perdió a su papá durante una OLP en la Cota 905, comenta lo siguiente: Yo digo que él (Andrés) necesita un poquito de ayuda, porque de hecho él no puede ver a la policía, a él le dicen ´ahí vienen los de negro´ y ese niño se pone a temblar… Él cambió mucho, era un niño muy, muy cariñoso y ahorita se encierra, no le gusta hablar, es muy tímido. Cuando dice que no quiere hablar, no habla, ni siquiera conmigo.

Sobre este tema escribimos en nuestro reporte del mes de julio: Según su edad, los niños y niñas huérfanos pueden manifestar tensión emocional, apatía y miedo a través de pesadillas, rechazo al alimento, retroceso psicomotor y dificultades para separarse de la madre. Muchos de los hijos de personas desaparecidas, asesinadas o torturadas han manifestado problemas afectivos, de apetito y sueño, retraso escolar o evasión de la realidad. Es decir, si no se atiende esta grave problemática de forma inmediata por medio de políticas públicas focalizadas, las consecuencias de largo plazo sobre los niños y jóvenes pueden ser irreversibles.

Este proyecto cobra mayor importancia en el contexto de violencia crónica que está atravesando la sociedad venezolana en general y caraqueña en particular. Los datos y las estadísticas oficiales de homicidio se han dejado de publicar y los cuerpos policiales, que se suponen deben velar por la seguridad de la población se han convertido en el principal grupo victimario.

Monitor de Víctimas es un esfuerzo de dos organizaciones de la sociedad civil que se niegan a quedarse de brazos cruzados y que, por el contrario, desean documentar y denunciar los hechos, contar las historias de las víctimas desde una óptica cercana y proponer alternativas.

Por esta razón, para el 2018 queremos seguir levantando información, profundizar nuestro entendimiento sobre las causas, perfiles y motivaciones de la violencia para poder contribuir a la generación de conocimiento y realizar propuestas de políticas públicas concretas y viables. También, tenemos planificado publicar una página web, realizar foros junto a otras organizaciones de la sociedad civil, en el marco de la campaña #InstintoDeVida, y continuaremos publicando reportajes e investigaciones y denunciando los abusos policiales.