#Caracas | Torturaron y mataron a un comerciante por negarse a pagar vacuna a una banda en Coche

Oswaldo Bassa Guerrero trabajaba en Supra Caracas y tenía una pequeña bodega en el barrio El Divino Niño de Coche. El 15 de marzo fue sometido por un grupo de hombres armados que se lo llevó por la fuerza. Tres días después su cadáver fue hallado con signos de tortura y mutilación. Antes del ataque, el hombre se había quejado con una vocera del consejo comunal porque estaba siendo extorsionado; la mujer se molestó por el reclamo y amenazó con acusarlo con la banda

 

JHEILYN CERMEÑO @jheilyncermeno / FOTO: CARLOS RAMÍREZ

 

Tres días pasó desparecido Oswaldo Bassa Guerrero, de 47 años de edad, luego de que un grupo de hombres se lo llevara el martes 15 de marzo en la noche del sector El Bosque, barrio Divino Niño, parroquia Coche del municipio Libertador.

Su cadáver fue hallado enterrado en una zona boscosa del mismo sector. Estaba en estado de descomposición y con signos de tortura.

Este lunes 21, su hermano David Bassa hacía los trámites para retirar el cuerpo de la morgue de Bello Monte, en Caracas, y denunció que a Oswaldo le quitaron la vida “por negarse a pagar una vacuna”.

Bassa contó que su hermano era trabajador de Supra Caracas, empresa que presta servicio de aseo urbano en el municipio Libertador, desde hacía 16 años.

“Tenía tres períodos de vacaciones vencidos y los tomó. Mientras tanto, montó una pequeña bodeguita que atendía en el tiempo libre, para mejorar sus ingresos”, dijo.

Desde entonces, presuntamente, Oswaldo era extorsionado por un grupo de azotes que habita en la comunidad, a quienes les debía “pagar vacuna” en efectivo y algunas veces con mercancía para que lo dejaran trabajar en la zona.

Hace algunos días, y según moradores del sector, Oswaldo sostuvo una discusión “muy acalorada”, supuestamente, con una vocera del consejo comunal del barrio.

Al parecer se había quejado de tener que “pagar vacuna”, lo que generó incomodidad a la mujer que, en medio de la disputa, amenazó con acusarlo con los presuntos extorsionadores.

Eran las 10:00 de la noche aproximadamente cuando llegó el grupo de hombres armados y lo sacó de la pequeña bodega. Su hijo también estaba en el lugar, pero logró huir.

Desde entonces familiares comenzaron la búsqueda de Oswaldo, sobre todo en hospitales, pero sin resultado.

Por su parte, detectives del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc) realizaban las pesquisas y activaron una brigada de búsqueda canina.

El viernes 18 de marzo encontraron el cuerpo de Oswaldo. Estaba oculto en unos terrenos y semidesnudo.

Las primeras heridas visibles eran de arma de fuego en los tobillos, por lo que presumen que lo hicieron correr y luego le dispararon.

Según las pruebas forenses, había sido amarrado, golpeado y además tenía heridas de arma blanca y quemaduras. “Dejaron que se desangrara y prácticamente lo descuartizaron. Mi hermano fue torturado. No merecía morir así; ningún ser humano lo merece”, lamentó Bassa.

La víctima dejó en orfandad a cinco hijos, entre ellos tres menores.

Deudos esperan que se haga justicia. Aseguran que Oswaldo era muy querido en la zona, pues era fundador de la comunidad.