Delincuentes asesinaron a adolescente porque su liceo quedaba en su territorio
Dos hombres armados despidieron a tiros a un grupo de liceístas cuando salían de clases el pasado viernes 23 de marzo, a las 2:00 p. m. Sin pronunciar palabra dispararon contra los adolescentes, quienes corrieron intentando escapar de las balas.
Gleiber José Ramos Castro, de 15 años, estaba entre los jóvenes que fueron atacados. No se dio cuenta de que lo habían herido en el abdomen. A su lado iba un compañero quien recuerda cuando él se levantó la camisa y ya comenzaba a sangrar. Sus amigos lo llevaron en una moto a la Clínica Popular La Dolorita y desde ahí una enfermera avisó a sus familiares.
Fue “ruleteado” por varios hospitales como el Pérez de León y el Vargas, “no había insumos para atenderlo”. Finalmente, a las 8:00 p. m. lo aceptaron en el hospital Pérez Carreño, donde lo operaron. Pero falleció el sábado 24 de marzo a las 10:00 pm de un paro respiratorio. “No había sangre, no había anestesiólogo, nada”, dijeron allegados.
El adolescente estudiaba tercer año en el Liceo Francisco Isnardi, en La Dolorita, y vivía en Ciudad Mariche. Según testigos, los hombres dispararon contra los alumnos porque algunos no vivían en esa zona y las bandas delictivas tienen prohibida su permanencia en ese sector.
En el ataque otro menor de edad resultó herido y se encuentra delicado de salud. De acuerdo con allegados a Gleiber, quienes por temor a venganzas pidieron resguardar su identidad, recibió un tiro en el corazón. Él tampoco es de esa zona.
“Hubo varios heridos más, una muchacha recibió un balazo en el glúteo y otro con raspones. Los muchachos salieron corriendo asustados, uno contó que tuvo que lanzarse por una alcantarilla porque los tipos estaban disparando demasiado y era la forma de salvarse”, detalló un pariente.
El pasado domingo 25 de marzo sus familiares esperaron la entrega del cadáver, pero desde la morgue del Pérez Carreño enviaron el cuerpo equivocado y por eso todavía estaban este lunes en la medicatura.
Según testimonios de los familiares, dos bandas que tienen conflicto prohibieron que sus habitantes estén en ese sector. De hecho, Gleiber no estaba involucrado con ninguno de ellos, sino que estudiaba en la “zona prohibida”.
Se trata de una guerra territorial entre las organizaciones criminales. Hace dos meses la banda del sector donde vivía el adolescente, asesinó a un chamo de la banda del sector donde estudiaba Ramos, y en respuesta ellos prohibieron el paso de los vecinos hacia esa zona. Lamentablemente, el liceo queda allí”, indicaron.
Aunque vivía en Ciudad Mariche ese era el liceo que le quedaba más cerca, pese a que hay otro en la zona. Dijeron que era muy buen estudiante, incluso participó en un concurso de lectura con jóvenes mayores que él, ganó y el premio se lo dio el gobernador del estado Miranda, para ese momento, Henrique Capriles Radonski. También jugaba fútbol en el Polideportivo de La Dolorita.
“Cuando no iba a jugar fútbol el entrenador lo iba a buscar a la casa, nosotros a veces le decíamos que no fuera porque estaba golpeado y el entrenador decía que lo llevaran porque iban a perder. Siempre le hacía la tarea a los demás, le hacía la tarea a los hermanos y lo regañábamos. Era excelente estudiante”.
Hace cuatro meses mataron a un hermano de Gleiber, Fernando Ramos Castro, de 18 años, en Santa Teresa del Tuy, estado Miranda. Ocurrió en circunstancias similares, ya que el joven había ido a visitar a su abuela y unos presuntos delincuentes de la zona le dispararon porque no era de esa comunidad.
Fernando trabajaba con el Plan Chamba Juvenil en vista de lo difícil que estaba conseguir empleo.
“Pido justicia por este asesinato, hoy fue él pero estoy seguro que si eso sigue así mañana va a ser el hijo de otros vecinos de allá. Cuidado si en 15 días no matan a otro muchacho por lo mismo, porque caminaba por ahí”.