Resumen de febrero: 28 días y 28 historias sobre violencia en Caracas
Los 28 días de febrero dejaron 28 historias que muestran la violencia vivida en la ciudad más peligrosa del mundo, Caracas. En este mes, comerciantes y menores de edad fueron las víctimas más recurrentes en los casos publicados.
Monitor de Víctimas es un proyecto que recopila información de cómo funciona la violencia en Caracas a través de las historias de las víctimas de homicidios. Un grupo de periodistas de los medios más importantes del país registran cifras y recogen testimonios para caracterizar los hechos e identificar patrones que contribuyan con el diseño de políticas públicas orientadas a reducir la violencia.
Mediante el periodismo de datos, la participación ciudadana y el periodismo de investigación, el proyecto de Runrun.es y la ONG Caracas Mi Convive, ha registrado 1.242 homicidios en nueve meses en la Gran Caracas, desde mayo hasta diciembre. El principal móvil de estas muertes ha sido la resistencia a la autoridad, que implica la participación de los cuerpos de seguridad.
Tan solo en febrero, en siete casos estuvieron involucrados funcionarios de cuerpos de seguridad del Estado como victimarios.
Oficiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron señalados en varios hechos de haber ejecutado a personas. Una de ellas fue Wilyer Parra, un joven de 20 años que dormía con su esposa e hijos cuando fueron despertados la madrugada del 5 de febrero por los policías.
Su esposa comentó que todos fueron sacados de la casa, excepto él. A los pocos minutos escuchó disparos, y encontró a Wilyer sin vida y con tres heridas de bala en su cuerpo. Ella presume que buscaban a otra persona del sector, y niega que el suceso haya sido un enfrentamiento, como alegan los funcionarios.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) también cuenta con señalamientos de ejecuciones extrajudiciales. Luis Alberto Rodríguez fue asesinado por efectivos de esa institución durante un operativo en el sector de La Sequía de Manera I. De acuerdo a su esposa, Luis Alberto salió de la casa vivo y esposado, pero luego fue reportado muerto. Ella afirma haberle escuchado a los oficiales “ Nos mataron a dos de los nuestros. Nosotros nos vamos a llevar a diez de aquí”.
Otro de estos casos fue el de Jairo Quintero, un estudiante de 16 años que fue ejecutado por efectivos del CICPC en el apartamento de su familia en la U2 de Caricuao.
“Jairo les abrió la puerta, los funcionarios empezaron a gritar y a buscar a un hombre llamado Bryan que vive en el mismo edificio, acusaron y ajusticiaron a Jairo”, dijo su tía, Katherine Misell. “Dijeron que fue un enfrentamiento, lo que es totalmente falso”.
Jairo no fue el único menor asesinado en febrero. Monitor de Víctimas publicó al menos seis historias en donde las víctimas no superan la mayoría de edad.
Uno de ellos fue un infante de un año y 8 meses, a quien su padrastro golpeó hasta causarle traumatismos que el bebé no pudo sobrevivir en el centro de salud al que lo llevó su madre. El crimen fue denunciado por su padre biológico, quien tenía meses sin ver a su hijo, y se enteró por una llamada de sus ex suegros.
En Mamera, una pareja fue detenida por haber maltratado, abusado sexualmente y asesinado a un bebé de un año y 8 meses. Tras quedar abandonado por su madre, quien sufre problemas de adicción de drogas, el pequeño quedó al cuidado de su abuela y su abuelastro, quienes lo llevaron al hospital Pérez Carreño por una supuesta caída. Los médicos encontraron signos de abuso y maltrato, y la autopsia realizada al menor confirmó que la causa de la muerte fue traumatismo craneoencefálico y que había sido abusado sexualmente.
Los hombres que se dedicaban al comercio fueron víctimas que resaltaron en febrero.
Como Juan Carlos Tavares, un hombre de 36 años y padre de tres hijos que murió al recibir el impacto de una bala perdida cuando se dirigía a su casa en moto. La bala perdida que terminó con la vida de Juan Carlos fue producto de un enfrentamiento entre el Cicpc y delincuentes en la avenida Francisco Fajardo, a la altura de La Carlota.
En dos de los casos reseñados este mes, el intento de robo cegó la vida de comerciantes. Martín González se encontraba en un hotel de la parroquia Los Chaguaramos con su novia cuando recibió una llamada. La poca cobertura que tenía en el lugar le obligó a salir para atenderla. Allí, una pareja de motorizados lo abordó y le disparó por obtener el celular.
A Jonhy Sanz lo asesinaron para robarle su carro. Salía de haber visitado a su novia en Petare, con dirección a su casa en El Paraíso, cuando en el camino dos hombres a bordo de una moto lo interceptaron y dispararon para que se detuviera, resultando muerto. El comerciante se había recuperado hace poco de un impacto de un bala en la pierna que recibió en otro intento de robo.