Venezolano herido en Perú murió en Caracas

Un peruano lo atacó con un arma blanca cuando el joven ofreció el servicio de mototaxi a su esposa

Sandra Guerrero @SandraGuerrero1 / Fotografias Carlos Ramírez
24/07/19

Dick Gregorio Galea Brito, de 20 años de edad, tomó la decisión de irse del país debido a la crisis que viven los venezolanos. Quería ayudar a sus padres desde el exterior.

En 2018, se fue a Ecuador y el pasado 22 de enero viajó a Perú donde vive un hermano. Allá comenzó a trabajar en el área de seguridad de una empresa de construcción, pero al mes lo despidieron junto con cuatro venezolanos, quienes fueron sustituidos por personal peruano.

Al salir de esa empresa consiguió trabajo en una juguetería de donde se retiró para laborar como mototaxista desde enero pasado.

El 4 de este mes, en Puente Acho, cerca de la línea de mototaxis donde trabajaba, se detuvo para ofrecerle sus servicios a una joven.

Lo que no sabía Dick Gregorio era que la pareja de la muchacha lo había visto y escuchado. El hombre reaccionó en forma violenta y lo acusó de haberle faltado el respeto a la joven. Lo insultó y lo llamó “veneco”.

El venezolano prendió la moto y rodó hasta la línea de mototaxis. Allí llego el peruano que continuó insultándolo, riñeron y el hombre lo hirió con un arma blanca en un hombro y el pecho.

Compañeros de la víctima lo llevaron a un médico quien no lo quiso atender por ser venezolano. Entonces, decidieron llevarlo al sitio donde vivía con otros paisanos. A esa residencia se presentó el agresor y amenazó a Dick Gregorio  diciéndole que si no se iba del país lo mataría.

El 8 de este mes, el venezolano emprendió el regreso por carretera. El viaje culminó seis días después en el terminal de La Bandera, Caracas.

Ese mismo día la familia, que reside en el barrio El Limón de la carretera vieja Caracas-La Guaira,  lo llevó a un CDI en Propatria y luego recorrieron diferentes centros asistenciales. En algunos no lo atendieron por falta de insumos y en otros solo lo dejaban unas horas para suministrarle oxígeno.

Así se fue deteriorando la salud de Dick Gregorio hasta que, el 21 de este mes, la familia lo trasladó al hospital Vargas donde los médicos decidieron intervenirlo, pero ya era tarde. Ese día murió a las 3:00 pm cuando lo operaban. Tenía un pedazo de metal en el pecho.

Así culminó la vida de un venezolano que creyó que migrando de su país conseguiría mejor calidad de vida para él y su familia.

Mayellys Galea Brito, en la morgue de Bello Monte, narró lo ocurrido al cuarto de los cinco hijos que integraban su familia.