Acusan a las FAES de secuestrar a dos jóvenes en Los Magallanes de Catia y ejecutarlos en Plan de Manzano

Familiares denunciaron que a una de las víctimas le pusieron un chaleco policial y una gorra negra para simular que se trataba de un agente y meterla en el carro sin que los vecinos reclamaran

Lorena Meléndez @loremelendez / Fotografias Carlos Ramírez
21/01/20

La madre de Anderson Carlos Alejandro Barrios Maneiro salió corriendo detrás del Aveo gris plomo en el que funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), se llevaron a su hijo y a su sobrino Kelvin Oswaldo Maneiro Quintana.

“Yo vi cómo a mi hijo, que estaba bien vestido, le pusieron un chaleco de la policía y una gorra negra para meterlo en el carro. Lo pusieron a caminar así”, cuenta la mujer mientras toma una cachucha imaginaria con una mano que dirige hacia el suelo, un ademán para taparse la cara. Relata que, a bordo de la moto de un vecino, intentó seguir el vehículo en el que los trasladaron, pero el carro se le perdió de vista. Al día siguiente de aquella escena, supo que su hijo y su sobrino habían muerto en un presunto enfrentamiento. Ella asegura que los ejecutaron a kilómetros de donde los detuvieron.

Barrios Maneiro, de 24 años de edad, y Maneiro Quintana, de 22, estaban a media cuadra de la casa del segundo, en Los Magallanes de Catia, municipio Libertador, cuando los agarraron los agentes de las FAES. Eran las 11:20 am del viernes 17 de enero de 2020. Los familiares los buscaron en las distintas comandancias de la PNB en Caracas. Fueron incluso al Helicoide, donde está la sede central. No los consiguieron a pesar de que deambularon hasta las 2:30 am del sábado.

Al día siguiente, se fueron directo a las oficinas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en la avenida Urdaneta de Caracas, para formular la denuncia. Allí les dijeron que tenían el reporte de dos muertos en un enfrentamiento con las FAES, pero el hecho no había ocurrido en Los Magallanes de Catia. Pese a la incongruencia, los familiares insistieron en saber más del caso.

Por eso subieron al piso 4, al Departamento de Homicidios. Fue allí donde vieron las fichas de las víctimas que, hasta ese momento, no habían sido identificadas: tenían las fotos de los dos jóvenes muertos, Barrios Maneiro y Maneiro Quintana, golpeados en la cara y con disparos en el abdomen. Los habían matado en la Vuelta del Diablo, en el sector Plan de Manzano de la carretera vieja Caracas-La Guaira, el mismo día que los detuvieron, pero en horas de la tarde. De allí los llevaron al Periférico de Catia, pero llegaron sin signos vitales. Ingresaron a las 4:45 pm.

“Aquí en la morgue nos dijeron que murieron desangrados. Lo que ahora suelen hacer es que les ponen un trapo en la boca para asfixiarlos”, denunció la mamá, al tiempo que insistió en que a los muchachos los torturaron.

“¿Se enfrentaron cuándo? ¿Después de que los golpearon?… ¿Con qué dispararon? Porque ellos no tenían ningún arma (…) ¿O fue que los policías esperaron que los muchachos buscaran unas pistolas en Plan de Manzano para que se les enfrentaran? Aquí nada de lo que nos dicen cuadra (…) Aquí la violencia es la misma que trajo el gobierno de Chávez. Se están metiendo a las casas con impunidad y cinismo bárbaro, porque las FAES hasta roban a la gente”, aseveró otro familiar de las víctimas.

Barrios Maneiro llevaba años en el negocio de la compra-venta de mercancía. “Vendía lo que le cayera en las manos”, dijo su madre. Era el segundo de tres hermanos y desde hace algunos días vivía solo en Los Magallanes. Su primo, Maneiro Quintana, también era comerciante y en los últimos meses traía productos desde Colombia para venderlos a sus conocidos. Se había regresado de Ecuador en octubre pasado. Allí vivió dos años hasta que volvió para estar con su familia. Era padre de dos niños.