Denuncian que funcionarios del CICPC asesinaron a un técnico en refrigeración
“Fue un ajusticiamiento lo que hicieron, porque él ni siquiera antecedentes tenía”, aseguró una hermana de la víctima
“Un momento, esperen que yo abra la puerta, yo no tengo nada que ver, si quieren me revisan”, fueron las palabras que dijo con las manos alzadas, Carlos Julio Linarez Vargas, de 27 años de edad, antes de ser ajusticiado el pasado 2 de julio, por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), en el sector Los Rastrojos del municipio Palavecino en el estado Lara.
De acuerdo a las versiones policiales, Linarez Vargas era parte de una red de extorsión con artefactos explosivos que se encarga de buscar “objetivos” entre los comerciantes larenses, especialmente dueños de concesionarios de vehículos.
Sin embargo, su hermana Glendys Vargas, quien se encontraba en la morgue del hospital central Antonio María Pineda, de Barquisimeto, desmintió que Carlos Julio perteneciera a la mencionada banda y que hubiera muerto al enfrentarse a la comisión, como se leía en la minuta policial.
Vargas narró que los funcionarios llegaron a la residencia de su mamá a las 6:00 am, donde estaba su hermano. Posteriormente lo arrodillaron y esposaron, a pesar de las súplicas de su madre, quien decía: “Por favor, no me le vayan hacer nada, está la niña (hija de Carlos) adentro”.
Minutos después, sacaron a su mamá de la casa y a Carlos Julio se lo llevaron hacia la parte de atrás de la vivienda, donde “los policías hicieron su show, porque golpearon la puerta y simularon el enfrentamiento, lo mataron y le colocaron un revólver, que no era de él, porque él era un muchacho trabajador y no tenía armas”, dijo la mujer.
Linarez Vargas, conocido como El Niño, era técnico de refrigeración y todos los días se levantaba a las 6:00 am para salir a trabajar, oficio con el cual mantenía a su hija de 7 años de edad y a su madre.
Glendys también aseguró que cuando llegó a la sede del CICPC no firmó la declaración, porque decía que Carlos Julio se enfrentó a la comisión, cuando los hechos no ocurrieron así. “Fue un ajusticiamiento lo que hicieron con mi hermano, porque él ni antecedentes tenía”, afirmó.
Un sobrino de Carlos Julio, quien también fue testigo del hecho, contó que a él, junto a la hija de su tío, los encerraron en cuartos diferentes, mientras en la casa se escucharon varias detonaciones. Luego un funcionario le dijo que saliera y sacara a la niña de siete años de edad y, al observar por el pasillo que da al patio trasero de la casa, pudo ver cómo estaba su tío tirado en el piso boca abajo