En 24 horas seis hombres fueron asesinados por las FAES y Polilara en Barquisimeto

Diez horas después de que fueron ejecutadas las primeras tres personas, fueron asesinados otros dos hombres. La última víctima murió en manos de la BRI de la Policía Nacional Bolivariana

 Karina Peraza Rodríguez @KaryPerazaR
11/05/ 2020

El 27 y 28 de abril, miembros de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) del estado Lara, asesinaron a seis personas en distintos hechos.

Las autoridades informaron que murieron al enfrentarse con uniformados, pero esa versión fue desmentida por los familiares que iban llegando a la morgue del hospital central Antonio María Pineda, de Barquisimeto, a retirar los cadáveres.

FAES ultima a tres personas en horas

Las primeras muertes ocurrieron el lunes 27 de abril, en la parroquia Ana Soto, al oeste de Barquisimeto.

Funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), encapuchados y portando armas largas, llegaron a las 4:00 am a la Villa Bolivariana, ubicada en la vía hacia Quíbor. Allí irrumpieron de forma violenta en la casa de Jesús Antonio Infante Flores, de 34 años de edad, quien dormía con su esposa que se encuentra embarazada. La pareja se despertó asustada, a él lo esposaron, a ella la obligaron a montarse en una camioneta y la trasladaron a Tintorero, poblado del municipio Jiménez, donde la dejaron amarrada. Luego, a Jesús Antonio lo llevaron a otro lugar.

La esposa logró zafarse las amarras y regresó a pie a la casa. Al llegar ya Jiménez no estaba, lo habían asesinado.

La madre de Jiménez, quien es oriunda de Caracas, aseguró que su hijo tenía diez años residenciado en Lara, y trabajaba en las adyacencias del Terminal de Pasajeros vendiendo chucherías, maíz, ajo y ají. La dama confesó que su hijo estaba bajo presentación, pero asegura que no delinquía.

Con su muerte queda huérfana una adolescente de 14 años de edad y un bebé por nacer dentro de tres meses.

La segunda víctima

Dos horas más tarde, otra comisión de las FAES llegó a la urbanización Los Cerrajones, donde vivía Ángel de Jesús Martínez Álvarez, de 21 años de edad. Al tocar la puerta, indicaron que se trataba de un operativo.

Cuando abrieron, diez funcionarios encapuchados sometieron a los padres y hermana del joven y les pidieron se vistieran pues debían acudir hasta la sede del cuerpo policial para una entrevista. Martínez se quedó en la casa con los policías mientras que en el vehículo de las FAES fue trasladada la familia a la sede de la Base Territorial de Inteligencia (BTI-FAES), de donde los dejaron salir hora y media después. Cuando la familia regresó a la comunidad, los vecinos les relataron que en su casa se habían escuchado unos disparos y fue en ese momento que comprendieron que habían matado a Ángel de Jesús.

La víctima fatal también estaba bajo presentación, trabajaba en Santa Elena de Uairén, estado Bolívar, y se encontraba en Barquisimeto por la cuarentena. Tenía un bebé de 3 años de edad.

No fue ningún enfrentamiento

Transcurrió tan solo una hora del segundo crimen, cuando las FAES cometieron un tercer asesinato. Nancy Villegas, madre de Henyer Anderson Guédez Villegas, de 45 años de edad, informó que a las 7:00 am su hijo salió hasta la esquina de su vivienda ubicada en el barrio El Carmen, al noroeste de Barquisimeto, cuando llegó un carro gris del que se bajaron tres hombres y una mujer, y se lo llevaron a la fuerza hasta el sector El Alambique, de la parroquia Unión, donde murió en supuesto  enfrentamiento.

“No pude hacer nada. Lo busqué por todos lados, en la sede del FAES de Santa Rosa, en la sede de la calle 48 y en el CICPC, pero nada. Fue hoy que vi una noticia y lo conseguí aquí”, relató la madre cuando salió de la morgue luego de reconocer el cuerpo de su hijo.

“Ese fue el regalo de cumpleaños que me dieron, eso no fue ningún enfrentamiento, se lo llevaron en bermudas y sin franela, ellos no investigan nada”, aseguró la progenitora. Guédez tenía tres hijos, de 10, 9 años y 20 años de edad. Este último tiene diversidad funcional. Henyer se ganaba la vida arreglando teléfonos celulares.

Polilara tomó el barrio por ocho horas 

El mismo lunes 27 de abril, a las 2:00 pm, funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (DIEP), adscrita a la Policía del estado Lara, llegaron en vehículos particulares y patrullas, a la comunidad de Villa Guadalupe, ubicada al oeste de Barquisimeto, y tomaron algunas viviendas de la zona entre ellas la de Raismer José Durán.

Un familiar del hombre supo sobre el operativo, corrió hasta la casa y allí vio a Raismer, quien tenía 36 años de edad, arrodillado en la sala. Minutos después, los policías lo sacaron a empujones, pero antes retiraron a todas las personas de la comunidad que se habían aglomerado en las adyacencias de la casa. A la esposa de Raismer y a su hija de 15 meses de nacida las sacaron de la vivienda y se las llevaron en un vehículo.

Alrededor de las 4:00 pm, los uniformados irrumpieron en la casa a Erwis Alexander Sánchez Palma, de 23 años de edad, y lo llevaron hasta donde estaba Durán. Minutos después se escucharon las primeras detonaciones, aseguraron familiares quienes además observaron que los funcionarios corrían de un lado a otro.

La familia de Raismer vio que sacaban artefactos de su vivienda. Pasaban las horas y a las 8:00 pm los funcionarios detuvieron a otros vecinos entre ellos a la pareja de Raismer, quien tiene cuatro meses de embarazo. Cuando se retiraron eran las 10:00 pm. Luego de tanto esperar por una información supieron que Raismer y Erwis estaban muertos.

Llegó de Colombia y la BRI lo mató

Edward José Camacaro Perdomo, de 20 años de edad, regresó a Venezuela procedente de Colombia. Luego de haber cumplido en el eestado Táchira con todo el protocolo de la cuarentena de Convid 19, llegó a Lara, su tierra natal.

El 28 de abril, a las 5:30 am, fue buscado en su casa ubicada en Moyetones al oeste de Barquisimeto, por una comisión de la Brigada de Respuesta Inmediata (BRI) de la PNB que preguntó: ¿“A ti te dicen Chiquito”? Luego de responder afirmativamente le dijeron que se vistiera y que se lo llevaban para un chequeo.

A Camacaro lo montaron en una moto esposado y, diez minutos después, sonaron unos disparos. Su familia lo buscó en la FAES de la calle 48, pero en ese lugar solo le respondieron que fuera a la morgue y fue allí precisamente donde lo encontraron.

Una prima del fallecido indicó que esa misma comisión dos días antes había detenido al joven junto a un amigo en el Mercado de Mayoristas. En esa oportunidad lo dejaron ir. Camacaro se ganaba la vida como caletero y deja huérfanas a dos niñas de 9 y 2 años de edad.

Funcionarios de la BRI aseguraron que murió en un enfrentamiento que se había registrado en un terreno baldío de la Circunvalación Norte.