La DIEP mató un mecánico y su cliente en el caserío El Patriota del estado Lara
Las autoridades los vincularon con una banda dedicada al robo de vehículos en la carretera Quíbor-Carora. También detuvieron a otros cinco hombres
Un disparo en el pecho recibió Alvis Yoel Yustiz Hernández, de 26 años de edad, en un cuarto de su casa, ubicada en el caserío El Patriota del municipio Jiménez del estado Lara. Funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (DIEP) de la policía estadal, lo mataron junto a Alberto Suárez, de 36 años de edad, en un presunto enfrentamiento.
El pasado 21 de mayo, alrededor de seis uniformados irrumpieron en la vivienda de Alvis, y lo encontraron en el patio donde estaba reparando el carro de su amigo Alberto, a quien conocían como “Peloncho”.
No estaban solo ellos dos. En la casa también se encontraba el padre de Alvis a quien uno de los policías le colocó las esposas y le tapó el rostro con una franela. Luego lo montaron en un carro y se lo llevaron con rumbo desconocido. En el camino le dijeron que solo le harían un interrogatorio a su hijo, pero un par de horas después se enteró que lo habían matado.
Familiares aseguraron que los funcionarios, quienes andaban con chaquetas en las que se leía DIEP, se dispersaron por la vivienda. A Alvis lo metieron a uno de los cuartos mientras que a Alberto lo tenían en el patio.
Habitantes del caserío, alertaron a unos familiares que viven muy cerca, que el “gobierno” estaba en la casa. Los parientes salieron corriendo y, cuando les faltaba menos de una cuadra para llegar, escucharon una ráfaga de disparos.
“En ese momento supimos que habían matado a Alvis. ¿Qué funcionario se va a meter para el caserío así de la nada?, ellos venían a matar. Nunca preguntaron por nadie, solo dispararon”, comentó un allegado que no se identificó por temor.
Alvis quedó muerto dentro del cuarto. Uno de los familiares, presume que lo arrastraron hasta la puerta principal porque en el piso quedó el rastro de sangre. A Alberto le dispararon en el patio.
“Cuando llegamos a la casa todavía se escuchaban detonaciones. Les gritábamos que pararan, pero lo que hicieron fue amenazarnos y sacarnos del sitio”, dijo otro de los parientes.
A los dos hombres los montaron en una patrulla y se los llevaron para el hospital Baudilio Lara, de Quíbor, municipio Jiménez. Los familiares les gritaban a los policías que eran unos asesinos y ellos respondían que los dos estaban heridos.
Mientras tanto, en el sector Las Torrecitas del mismo municipio, a unos 8 kilómetros de distancia, los funcionarios llegaron a la casa de Alberto y entraron sin ninguna orden judicial.
Allí estaba la esposa de Alberto junto a sus tres hijos de 1, 3 y 11 años de edad, además de dos cuñados de Alberto y tres amigos más. Los uniformados comenzaron a revisar una moto, una buseta y un carro Neón que estaban en la vivienda y pidieron los títulos de propiedad. Posteriormente se los llevaron con el argumento de que, presuntamente, los usaban para robar.
Según la minuta policial, Alvis y Alberto también pertenecían a la banda delictiva dedicada al robo de transeúntes, en la carretera Quíbor-Carora. Sin embargo, los familiares de las dos víctimas desmintieron esta versión y señalaron que los funcionarios asesinaron a dos inocentes.
Además, la minuta de la DIEP señaló que Alberto había estado detenido por el delito de extorsión en la cárcel de Uribana, ahora Centro Penitenciario David Viloria, en el año 2011.
“Esos eran unos muchachos sanos, no eran delincuentes. Los policías lo único que vinieron a hacer al caserío fue a robar porque se llevaron hasta ropa del muerto”, dijo una allegada a las víctimas.