Masacre de La Vega: “A mi sobrino lo mataron los policías y le cambiaron la ropa”

Un familiar de una de las víctimas aseguró que su sobrino salió de su casa en pantalones cortos y sin camisa, pero que cuando se lo llevaron ya muerto no lo identificó porque tenía una ropa distinta

 

Carlos D’Hoy – @carlosdhoy

 

“No es justo lo que le hicieron a mi sobrino, él era una persona buena, un muchacho de bien que salió de la casa a comprar un cigarro que le pidió su abuela. Salió en un mal momento y cuando estaba en la casa de un amigo, al frente, comenzó el tiroteo. Ellos cerraron la puerta y eso fue suficiente: los policías se metieron y al rato se escucharon unos tiros. No nos dejaron saber qué pasó”.

La que habla es Yerkis Ramírez, tía de  Alejandro  Ramírez, la víctima. La mujer no contiene su rabia: “no es justo que gente buena la maten como a un perro y luego vengan a decir que era un malandro. Mi sobrino era decente, no era ningún delincuente y voy a llevar ese caso hasta donde sea necesario para que se haga justicia”.

Ramírez aseguró que su sobrino salió de su casa en pantalones cortos y sin camisa, pero que cuando se lo llevaron ya muerto no lo identificó porque tenía una ropa distinta.

“A mi sobrino lo mataron los policías y le cambiaron la ropa. Lo sacaron con pantalones y camisa, por eso no sabía que lo habían matado. Lo metieron en una sábana y se lo llevaron, yo preguntaba que cómo estaba y no me decían. Estaba relativamente tranquila porque no era el que vi que sacaron, pero eso lo hicieron para engañarnos”, dijo.

Agregó que los policías alegan un supuesto enfrentamiento, “pero ¿cómo es que hubo un tiroteo en una casa pequeña y el único muerto fue mi sobrino?”

La mujer señaló que Luis Alejandro era hijo de su hermana, pero que ella murió cuando él tenía 2 años. “Me lo dejó para que lo cuidara y eso hice, por eso sé que no era una mala persona”, concluyó.

 

 “Lo mataron unos tipos vestidos de negro”

Otra de las víctimas de la que se ha denominado como la Masacre de La Vega fue Wilfredo Marcano, de 36 años de edad, que resultó muerto en el sector El Carmen. Dejó una niña de 11 años.

“Wilfredo era miliciano, le decían Tití, era bueno, no tenía problemas con nadie. Se dedicaba a ayudar a la gente, siempre estaba echando broma, no era un delincuente. Lo mataron el jueves 7 de enero unos tipos vestidos de negro, dicen que eran policías”, dijo su hermana, que por medio a represalias de los funcionarios prefirió mantener su nombre en reserva.

Agregó que Wilfredo estaba confiado. “Como no tenía problemas con la justicia, no tenía qué temer, pero se lo llevaron supuestamente para interrogarlo y no apareció más, hasta que lo encontré muerto en el Pérez Carreño, donde no me dejaron verlo”, dijo.