“Mataron a mi hijo porque no aceptamos la extorsión de la policía”

JOAN CAMARGO. @Joancamargo_

“La policía finalmente cumplió con sus amenazas, como no le seguimos pagando  se metieron a la casa y mataron a mi hijo”, indicó el padre de Alexander Rafael David Delgado, de 24 años, un joven que fue asesinado un operativo del Cicpc en la parroquia La Dolorita del estado Miranda.

De acuerdo a la versión familiar, los detectives tenían aproximadamente un mes extorsionándolos, luego que Alexander cayera detenido durante una redada policial en la calle Sucre de la misma zona popular donde presuntamente fue ejecutado.

“Estuvo preso por 22 días. Él no tenía nada que deberle a la justicia, solo lo agarraron por intentar escapar de los funcionarios durante un operativo”, denunció la madre del joven, Sandra Delgado. Luego de la detención comenzó la intranquilidad de la familia.

Según cuentan los parientes, en la subdelegación del Cicpc de El Llanito le exigían 10 millones de bolívares a cambio de la libertad del joven. Vendieron varias cosas de la casa  pero solo pudieron reunir ocho millones y medio.

El muchacho fue puesto en libertad pero los detectives seguían extorsionando a la familia. Les pedían más dinero, y si no cumplían con el petitorio les allanarían la vivienda y asesinarían al joven, tal como denunció su padre, Alexander David.

Su madre relata entre lágrimas que no tenían más dinero para pagar y no les quedó otra opción que decirle a la víctima que se escondiera en una casa de la calle Sucre, donde vivía junto a su pareja.

A eso de las tres de la tarde del lunes los testigos del hecho vieron cuando varias patrullas de la policía científica tomaron el barrio, Iban directamente al inmueble donde se encontraba Alexander. En el hecho no hubo más muertos ni detenidos.

Vecinos cuentan que los uniformados tumbaron la puerta de la casa y sometieron a la víctima cuando dormía, lo que se contrapone a la versión del enfrentamiento ofrecida por fuentes policiales.

Solo escucharon dos disparos y luego vieron cuando lo sacaron enrollado en una sábana. Indicaron que ya estaba muerto pero aun así los efectivos lo llevaron hasta el hospital Domingo Luciani, donde llegaron sus padres al enterarse de lo ocurrido.

En el centro de salud lo vieron y constataron que la víctima tenía dos impactos de bala en la espalda que le quitaron la vida casi de forma inmediata.

La familia también denunció que luego del suceso los uniformados se llevaron las pocas cosas de valor que quedaron en la vivienda. Entre ellas un DVD, ropa, comida, celulares y artículos de primera necesidad.