“Tenían la foto del que estaban buscando y terminaron matando a mi hijo”

JHEILYN CERMEÑO. @Jheilyncermeno / Fotografía Carlos Ramírez

Keiver Rafael Gómez Martínez, de 17 años, estudiante de bachillerato en el liceo Luis Eduardo Egui Arocha falleció, en horas de la mañana de este lunes en un supuesto enfrentamiento con comisiones del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en el sector La California, de la parroquia Macarao, municipio Liberador.

Yuraima Martínez, madre del muchacho denunció que fue ejecutado por los detectives. “Tenían la foto del que estaban buscando y terminaron matando a mi hijo”, expresó entre lágrimas mientras esperaba que trasladaran su cuerpo desde el Hospital Miguel Pérez Carreño a la morgue de Bello Monte.

Martínez detalló que Keiver fue interceptado por los efectivos  cuando se dirigía a una bodega. “Cuando la policía se metía al barrio mi hijo no se escondía. Me decía mami yo no tengo nada que temer y no le debo nada a nadie”, refirió la mujer.

Dijo que los agentes lo requisaron y le pidieron que corriera, al momento que les dio la espalda le propinaron un disparo que lo hirió por un costado. “La gente les gritaban que lo dejaran en paz, que no era ningún melandro y que fueran tras los delincuentes. Le pusieron una pistola en la mano y ahora dicen que fue un enfrentamiento”.

“Cuando  llegué  lo traían de manos y pies. Les dije que él era mi hijo que lo dejaran en paz. Que era menor de edad y que me iría con él, pero no me dejaron. Uno de los funcionarios dijo que me quedara tranquila que solo estaba herido y que me fuera al hospital”, relató  Yuraima

Una amiga la acompañó al centro de salud, pero cuando llegaron el jovencito ya había muerto. Pese a que Keiver presentaba una herida, fuentes extraoficiales aseguran que llegó con más impactos de bala al hospital.

“Mi hijo se quería ir del país y aunque vivimos en una pobreza extrema estábamos reuniendo para que se fuera a Colombia. Se puso hasta a vender cigarros. Su hermana estaba allá y lo iba ayudar. Siempre me decía que me iba a comprar una casa y tendría una para él y su hermanita a quien ayudaría a estudiar”, añadió.

Deudos aseguraron que Keiver no tenía antecedentes penales ni estaba involucrado en hechos delictivos. “No fumaba, ni tomaba, no se trataba de ningún delincuente”, agregó una tía. La víctima era el tercero de sus cuatro hermanos

Vecinos del barrio llevan a cabo una recolección de firmas para denunciar el hecho ante la fiscalía. También hacen una colecta para cubrir los gastos funerarios.