“Y salieron a matar gente”: operativo de la FAES dejó cuatro fallecidos en El Cementerio
“¡Asesinos, malditos policías asesinos!” gritó una joven en una calle del barrio Primero de Mayo de El Cementerio, en Caracas, al enterarse de que su primo había muerto en un presunto enfrentamiento con los funcionarios tácticos de la Policía Nacional Bolivariana.
JOAN CAMARGO @joancamargo_
Los barrios de El Cementerio, en el sur de Caracas, amanecieron tomados este miércoles por más de 400 funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales. Cuatro hombres muertos y dos detenidos fue el saldo que dejó el procedimiento.
Eran poco más de las 4 de la mañana cuando los uniformados, encapuchados y vestidos de negro, incursionaron por las calles de Los Mangos, Los Sin Techo y Primero de Mayo. Subían por las escaleras empinadas de esos barrios, en busca de una banda delictiva que opera esa populosa zona y que presuntamente está implicada en el asesinato del funcionario de la PNB, Miguel Betancourt, ocurrido el pasado 12 de marzo en la parroquia El Valle.
A eso de las 6 de la mañana se registró el primer tiroteo en una escalera del barrio Primero de Mayo. Allí cayó Yorman Antonio Lugo Valderrama (27), según el primer parte policial.
Poco tiempo después, en la misma zona, se conoció de la muerte de un hombre conocido bajo el alias de José Cementerio. Las autoridades indicaron que al momento de la refriega, el fallecido no poseía documentación, por eso se desconoce su identidad real.
Mientras en las zonas altas del barrio los tácticos allanaban las viviendas, en la calle principal otro grupo requisaba y radiaba a todas las personas que se encontraban en el lugar.
Recién cumplidas las 8 de la mañana, uno de los efectivos notificó que otro presunto delincuente había resultado muerto. Indicaron que se llamaba Crhistian Reinaldo Colinas Revelo, supuesto azote de la zona.
No se informó si los fallecidos se encontraban solicitados, o si estaban bajo régimen de presentación. Solo indicaron que eran delincuentes y que murieron en enfrentamientos. Tampoco hubo versión de testigos que confirmaran o refutaran lo ocurrido.
Desde la calle principal se escuchaban los disparos y cada cierto tiempo bajaban funcionarios policiales a informar de lo ocurrido.
Mientras tanto, un grupo de mujeres aguardaba en las aceras a la espera de saber de sus hijos y familiares que se encontraban en la parte alta del barrio, pues los efectivos no dejaban subir ni bajar a ningún habitante del sector.
Entre las damas había una joven de aproximadamente 19 años, que lloraba desesperadamente, pues no sabía de su primo.
– ¿Eres familiar de uno de los fallecidos?
– No, Yorman salió esta mañana de su casa y no sabemos nada de él. Presumimos que lo pudo haber agarrado la policía.
La joven no sabía que para ese momento Yorman había muerto en la primera balacera y que su cuerpo yacía en la emergencia del Hospital Periférico de Coche, al igual que el de los otros fallecidos. Cuando se enteró, su reacción fue indescriptible. Entre la negación y el llanto, gritó a los tácticos “¡Ustedes mataron a mi primo. Él era un chamo sano y ustedes salieron a matar gente!”.
Los uniformados, con sus rostros cubiertos, solo observaban sin decir nada.
Cuando se calmó, buscó a otros familiares y se fue corriendo al centro asistencial donde se encontraba el cadáver de Yorman. Para ese momento el procedimiento aún continuaba.
A las nueve de la mañana los efectivos capturaron a los hermanos Anthony Leonardo Palma Isturiz y Danny Abraham Palma Isturiz. Ambos tenían bajo su poder 50 envoltorios de presunta droga y un radio portátil, tal como lo indicó la policía.
Mientras esto pasaba, en otra zona de El Cementerio se registró otra muerte. Se trataba de un hombre supuestamente apodado el Ñaña, quien era integrante de la banda de Loco Leo, una de las más peligrosas del país.
El procedimiento culminó pasadas las 2 de la tarde. Después de esa hora, las personas pudieron salir de sus viviendas y transitar por las calles de las barriadas para solo entonces darse cuenta de todo lo que había ocurrido.