Femicida de Lissette Pérez continúa prófugo a dos meses del crimen

Con una daga de acero la expareja apuñaló a la mujer y la dejó acostada en la misma cama en la que dormían sus dos hijos pequeños

KARINA PERAZA RODRÍGUEZ @KaryPerazaR – FOTOS: CORTESÍA

“Si no es mía no será de nadie”, esta frase usada por muchos femicidas a lo largo de los años fue repetida por Omar Alejandro Guédez Angulo, conocido también como Chiche, el 20 diciembre de 2021. Horas después, acabó con la vida de su expareja Lissette Carolina Pérez Guédez, una mujer de 34 años de edad con quien mantuvo 10 años de relación y tuvo dos hijos.

El femicidio fue cometido pasada la medianoche, en el sector 1 del barrio Pueblo Nuevo de Los Palmares, en El Tocuyo, la capital del municipio Morán, estado Lara.

Ese día, Omar habría llegado a la casa ebrio. Se recostó sobre una silla en la sala y se hizo el dormido. En la vivienda se encontraban dormidos sus dos hijos, de 9 y 6 años de edad. Lissette estaba en la pieza de su madre, al lado de su domicilio, y decidió buscar a los niños para llevarlos junto a ella, pero se encontró con Omar molesto y empezó una discusión. Mientras eso pasaba, los familiares de la mujer no quisieron inmiscuirse, porque cuando eso sucedía el altercado era mayor, así que esperaron para evitar problemas.

Un rato después todo quedó en silencio. La madre de Lissette se asomó y vio todas las luces de la casa apagadas, entonces creyó que su hija había decidido dormirse con los niños para evitar un episodio más violento.

A la una de la madrugada, un hermano de Omar —de nombre José Luis Guédez— tocó la puerta de la casa de la madre de la mujer con desesperación. Apenas le abrieron preguntó por Lissette y la madre le respondió que estaba dormida. Él le dijo que Lissette estaba muerta. “Chiche llegó a la casa y dijo que la mató. Yo vine a ver si era verdad”, advirtió el hombre.

La madre, asustada y apurada, salió con José Luis hasta la casa, encontró la puerta entreabierta y todo a oscuras. Cuando encendió la luz del cuarto, Lissette estaba en la cama cubierta con una sábana con sus hijos dormidos a un lado. La mamá de Lissette creía que su hija estaba dormida y se negaba a aceptar que algo malo le había ocurrido.

“Está muerta”, dijo José Luis a la vez que la levantaba y se le veía correr la sangre por la espalda. Lissette habría sido apuñalada con una daga de acero que su expareja guardaba con recelo, porque era un regalo familiar.

La madre de Lissette gritó y pidió ayuda. Los vecinos salieron y se acercó el resto de la familia, quienes se encargaron de levantar a los niños de la cama y sacarlos de la casa. El hermano de Omar aprovechó el alboroto para irse y no volvió más, relataron los familiares de la víctima.

Según testimonios de conocidos, Omar Guédez había pasado el día ingiriendo bebidas alcohólicas en la casa de sus padres con su familia. Las mismas fuentes afirmaron que José Luis fue visto en la casa donde fue asesinada Lissette en horas de la noche, y al rato llegó Chiche en su motocicleta, la misma en la que huyó después de la medianoche.

Vivió muchos maltratos

Familiares de Lissette declararon a Monitor de Víctimas que la joven estuvo por 10 años con este hombre. Los primeros cuatro años los parientes de la mujer no sabían cómo era la convivencia entre ambos, porque vivían con la familia del femicida, pero, una vez que construyeron una pieza en los terrenos de la madre de la joven, fueron testigos del trato de Omar hacia la Lissette.

“Primero comenzaron los reproches: a Chiche no le gustaba que Lissette fuera a reuniones familiares o a estar con nosotros, por lo que ella, para evitar alguna discusión, prefería no ir. Después vinieron las prohibiciones y, posteriormente, los reclamos y peleas fuertes; tanto así que la niña mayor de ella, que nació de una relación anterior, prefirió irse a vivir con la abuela. Nosotros creemos que hasta le pegaba, pero ella nunca lo admitió”, reveló un familiar.

La familia de ella notó lo que pasaba y, aunque muchos le hablaban para brindarle su apoyo y le pedían que se alejara de él, ella se apartó de su familia para evitar problemas y les decía que Chiche cambiaría; además, alegaba que era él quien mantenía a la familia porque ella no tenía un trabajo.

Con el tiempo, Omar se hizo más dependiente del alcohol y se tornaba violento, dijo la fuente. Durante una reunión familiar celebrada en 2019, hubo una pelea y Omar golpeó a la madre y a la hermana de Lissette. En esa oportunidad, ellas acudieron al puesto de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) del municipio Morán, pero la denuncia de maltrato fue desestimada por los funcionarios que no realizaron reporte alguno.

Lissette siguió con Omar por otros dos años. A los maltratos se sumaron las infidelidades y, justo cuando ella se enteró de que él tenía un hijo con otra persona, decidió terminar con la relación. Aun así, el hombre no aceptaba la decisión y no salía de la pieza construida en el terreno de la familia de ella. Lissette le pidió que se fuera en varias oportunidades, pero este hacía caso omiso. Ella dejó de atenderlo y Chiche solo iba a dormir en la vivienda.

Pasaron al menos dos meses y la joven decidió viajar a Colombia para darse un tiempo y para trabajar por sus hijos. En el país vecino se reencontró con un hermano y al vivir otras experiencias había decidido que quería un futuro mejor para sus niños. Quería regresar a El Tocuyo para buscarlos y llevarlos a Colombia por una temporada.

Paralelamente, Omar seguía viviendo en la pieza de Lissette y la llamaba constantemente para decirle que había abandonado a sus dos niños, que ellos estaban enfermos y que lloraban mucho por ella, y le reprochaba el hecho de que estuviera fuera del país. Esta situación fue negada por los familiares de la víctima, que aseguraron que los niños estaban a cargo de los abuelos y no les faltaba nada, pues la madre enviaba remesas para cubrir sus gastos. “Pero esa era la forma en que Chiche la manipulaba. Él la insultaba y la acusaba de tener un hombre en Colombia”, detallaron.

A finales de 2021, Lissette decidió viajar a Venezuela para pasar la Navidad con sus hijos, y Omar no dejaba de reclamarle por su estadía fuera del país y seguía renuente a dejar la casa. Pese a la intimidación y las presiones de Omar, Lissette tenía la determinación de no regresar con él.

Los familiares de Lissette aseguran que esa decisión y los rumores divulgados por miembros de la familia de Chiche en contra de la mujer fueron los detonantes del crimen. A la vez, denunciaron que el presunto femicida contó con la cooperación de su hermano José Luis para llegar a la casa, y lo responsabilizan de ayudarlo a escapar, por lo que consideran que es tan culpable como el que hundió la daga en el cuerpo de Lissette.

Hoy son tres niños, de 11, 9 y 6 años de edad, que extrañan a su mamá, una familia que llora la ausencia de la joven y sufre por la impunidad que existe. Han pasado dos meses del femicidio y aún no dan con el paradero del presunto criminal. Exigen a las autoridades que se dediquen a buscar a la expareja de Lissette.

En 2021 fueron asesinadas 14 mujeres en el estado Lara. De los casos, 4 fueron femicidios. En el mes de diciembre murieron 2 mujeres. En el mes de enero de 2022, se registró el asesinato de otras 2 mujeres jóvenes que fueron encontradas carbonizadas en un lugar donde quemaban basura. Hasta la fecha no existe ningún detenido por estos últimos hechos.