Un hombre asesinó a su esposa y la enterró en el patio de su casa en Catia

Durante una semana los familiares buscaron a la joven que supuestamente había huido de su casa tras una discusión con el esposo

Carlos D Hoy @carlos_dhoy / Fotografía: Carlos Ramírez
28/05/20

Una semana estuvo desaparecida Keiderly Morán, de 29 años de edad. Desde el pasado miércoles 20 de mayo no se sabía de su paradero. La joven no respondía las llamadas telefónicas ni se comunicaba con su familia. Su esposo, David Jesús Burguillos, decía que se había ido de la casa luego de una discusión y “no sabía dónde se encontraba”.

La desaparición de Keiderly Morán se hizo viral el sábado siguiente cuando sus familiares iniciaron una campaña a través de las redes sociales tratando de encontrar personas que pudieran dar pistas sobre su paradero.

Sus familiares abrigaban la esperanza de que la joven madre regresaría.

A pesar de que todo parecía indicar lo peor, ya que Keiderly era una joven mamá dedicada a su hijo de 4 años de edad, “a quien nunca dejaría abandonado”, la familia aguardaba con fe encontrarla con vida.
Su esposo había denunciado la desaparición ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), donde repitió que discutieron, salió molesta de la casa y no sabía más nada de ella.

El hijo de la joven asesinada fue testigo del crimen

El pequeño hijo de ambos, de 4 años de edad, se constituyó en pieza clave para resolver el crimen. Los allegados creen que no solo habría sido testigo del asesinato de la joven estudiante sino que, además, habría visto cuando fue enterrada.

Esto lo deducen cuando el niño comentó: “Mi mamá abrió un hueco y se metió para irse a Catia”.
Días más tarde, dijo a una de sus tías que su mamá “estaba en una cama en un hospital y se había ido para no volver”.

Ante las revelaciones que suministraba el pequeño, la familia presionó a Burguillos y el sujeto dejó entrever otra hipótesis: él sospechaba que Keiderly tenía una relación con otro hombre y sería ese sujeto quien estaría implicado en su desaparición.

En ese momento, los familiares de la joven le dijeron a David que si sabía algo, tenía que decirlo a la policía para ampliar la búsqueda y le pidieron que fuese a declarar al día siguiente, es decir, el lunes 25 de mayo.

Cuando Burguillos acudió al CICPC, los funcionarios lo dejaron detenido al encontrar inconsistencias en su declaración y, luego de intensos interrogatorios, terminó confesando que la había asfixiado y enterrado en una arenera situada detrás de la vivienda que ocupaban.

Lo tenía todo planificado

En opinión de los familiares el hombre tenía planificado el crimen.

La pareja había terminado su relación hacía más de un año, sin embargo, David Jesús Burguillos se mantenía en la casa porque no tenía otro lugar a dónde irse, compartían el techo, pero más nada.

El lunes 18 de mayo, Burguillos intentó reconciliarse con Keiderly, pero fue rechazado. El martes, la joven fue a visitar a unos familiares y regresó a su casa al finalizar la tarde.

“Esa noche la música sonó a todo volumen en la casa. Algunos dicen que escucharon a mi prima cantando, pero otros indicaron que oyeron a una persona pidiendo auxilio. En verdad lo que escucharon fue a Keiderly tratar, vanamente, de conseguir ayuda”, dijeron allegados.

Burguillos cavó el hueco para enterrarla en una zona de difícil acceso con la intención de esperar a que llegaran las lluvias y en una crecida los restos fuesen arrastrados.

“Casi lo logra, a pesar de que iniciaron la búsqueda del cadáver los funcionarios no lo encontraban y tuvieron que llevar a David Burguillos hasta el lugar para que dijera dónde estaban los restos. Ese día, a las 4:00 pm, luego de mucho esfuerzo, lograron sacar el cadáver. Pocos minutos después comenzó a llover fuerte y el río creció mucho, si hubiesen tardado más la crecida se hubiese llevado los restos de Keiderly”, dijeron los familiares de la joven.

Burguillos fue detenido y presentado ante el Ministerio Público.