A los muertos de la masacre de la Cota 905 no los dejan velar ni ver por sus familiares

A las puertas de la morgue de Bello Monte se aglomeran  funcionarios de organismos de seguridad del Estado que impiden que los familiares de los fallecidos vean los cuerpos. Un Guardia Nacional, un boxeador, un jardinero y dos primos figuran entre las víctimas  

Francisco Zambrano y Sandra Guerro

 

Una carroza fúnebre emerge del sótano de la morgue de Bello Monte, a bordo va el cadáver de Pastor Olivares y algunos de sus familiares. Tres motocicletas con sus respectivos parrilleros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) la escoltan, un funcionario de ese organismo la PNB le hace una fotografía con su celular antes de emprender el camino al cementerio.

En la morgue, custodiada por decenas de miembros de la PNB con escudos antimotines, la hermana de Olivares asegura que su hermano fue asesinado el pasado viernes 9 de julio por cuerpos de seguridad del Estado en la Cota 905 de Caracas.

La mujer, quien prefirió no revelar su nombre, sostuvo que Olivares, de 21 años de edad, prestaba servicio como integrante de la Guardia Nacional Bolivariana desde hace dos meses en Fuerte Tiuna. El hombre era oriundo de San Francisco de Yare, estado Miranda, y antes de enlistarse trabajaba como ayudante de electricidad con su padre.

No sabemos qué hacía en la Cota 905. En la comandancia solo nos dicen que había salido a comprar unos alimentos. Entiendo que él no conocía a nadie en ese sector, realmente no sabemos qué pasó ni quién lo mató”, dijo la hermana del occiso.

Dentro de la morgue una persona le pregunta a un funcionario por qué no dejan velar a los muertos que resultaron de la operación denominada por el gobierno como Gran Cacique Indio Guaicaipuro (OCIG), ocurrida en la Cota 905 y sus alrededores.

Hermano, eso es una orden de arriba, de aquí salen directo al cementerio escoltados, le toman una foto al ataúd antes y después de enterrarlo, así lo han hecho con todos”, dijo la persona encargada de dar respuesta.

 

Estaba desaparecido

A José Pérez, de 28 años de edad, lo mataron en la parte alta de la Cota 905 el jueves 8 de julio. Así lo informó su hermana. El hombre era boxeador profesional y según sus familiares había asistido a varios torneos nacionales e internacionales

Pérez estaba desaparecido desde el jueves y no fue sino hasta el sábado pasado cuando su familia se enteró de que su cuerpo estaba con impactos de bala en la morgue de Bello Monte. Dejó cuatro hijos.

 

Los mataron dentro de viviendas

A Roberto Díaz, de 26 años de edad, lo asesinaron ese mismo jueves en el sector Las Quintas. Su hermana, Leonela Trujillo, aseguró que se resguardó en una casa y funcionarios fueron a buscarlo para matarlo.

Murió ahí mismo, desangrado”, indicó la mujer. Díaz era jardinero y no poseía antecedentes penales. Tenía cuatro hijos, uno de ellos viviendo en Colombia y el resto en Venezuela.

Un día después, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) mataron dentro de su residencia, en la Cota 905, a Daniel González, de 22 años de edad. La denuncia la hicieron sus familiares. González era bachiller y trabajaba como comerciante informal. Dejó huérfana a una niña de 2 años.

Ahí en ese operativo hicieron lo que les dio la gana, mataron a mujeres y también niños, se robaron de todo: teléfonos y comida. No es posible que esto ocurra y nadie pague”, sostuvo un familiar de González.

 

 

Los dos primos

Yender José Rengifo, de 25 años de edad, integra la extensa lista de los hombres asesinados por presuntos funcionarios adscritos a organismos policiales, en esta masacre que tiene en conmoción al país desde la semana pasada.


El crimen ocurrió a las 10:30 de la mañana del viernes 7 de este mes, según relataron allegados a la víctima, que explicaron que junto con Rengifo los policías también se llevaron, de un sector de la Cota 905, a su primo Diosmieres Pérez, de 21 años de edad.


Posteriormente los parientes de ambos se enteraron que los captores les habían quitado la vida con disparos, en la subida del sector Los Laureles de la Cota 905. Uno de ellos indico que ambos murieron por los disparos que presuntamente le propinaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

 

 

Sacaron a su familia de la casa y lo mataron


Antes de retirar el cadáver de Edwin Gómez de la morgue de Bello Monte sus allegados ofrecieron una breve explicación de lo ocurrido al joven, que residía en el barrio 5 de Julio de la parroquia El Valle, municipio Libertador, Distrito Capital.

Parientes de la víctima refirieron que el hombre, de 24 años de edad, quedó solo en la vivienda con una comisión policial, mientras a la familia la obligaron a abandonar la casa.
Agregaron que luego de matar a tiros a Gómez los presuntos funcionarios se dedicaron a registrar la residencia y se apropiaron de algunas pertenencias.

 

 

Habló la mamá de la mujer que había llegada de Bolivia

 


En medio de sollozos, Magaly de Rangel relato en la morgue de Bello Monte el triste final de la vida de su hija, Yirbis Rangel, de 34 años de edad. Se trata de la mujer de la que ya se había tenido noticia que formaba parte de la lista de los asesinados en la Cota 905. Había llegado recientemente de Bolivia.


La víctima era modelo de ropa intima. De acuerdocon la version de su mamá, la mataron durante los hechos registrados en la Cota 905. Ella desconoce el sector donde se encontraba para ese momento.


La madre explico que el pasado viernes su hija salió de Guatire a encontrarse con la abuela de una de sus dos hijas.Dejó dos pequeñas de 6 y 13 años de edad, en la Cota 905.
La abuela le habría dicho vía telefonica: ” te voy a entregar la niña porque esto está muy feo.Vente para acá que yo la bajo”.


Lo último que se supo sobre Rangel era que estaba frente a una panadería de nombre Charlot. “De allí no se supo más de ella”, comento su mamá, que luego se enteró de que la mujer estaba entre las víctimas de la Cota 905.

 

Foto: Carlos Ramírez