Carnicero que quedó inconsciente tras golpiza murió sin señalar quiénes lo atacaron
Estaba separado de su actual pareja sentimental, por eso estaba viviendo con sus padres en el sector Las Marías, de Rubio, municipio Junín, estado Táchira. El domingo 22 de agosto, tras terminar su faena laboral en el mercado municipal de esa población, José Richard Rodríguez Cáceres llegó a casa, se bañó y salió, antes de partir le dijo a su mamá que regresaría entre las 7:00 y las 8:00 de la noche para cenar. Esa fue la última vez que su familia lo vio con vida.
Fue al otro día en la mañana cuando un amigo lo vio tirado en una acera, frente al mercado Los Carapos. Se acercó a él y se percató de que estaba inconsciente, agonizaba. No era un borrachito que se quedó dormido, como pensaron otros transeúntes.
El amigo lo trasladó al hospital Padre Justo, de Rubio,. Desde allí lo remitieron de urgencia al Hospital Central de San Cristóbal.
El afable y conocido carnicero caraqueño, que por más de 20 años de los 46 que tenía sacó risas a otros comerciantes y clientes del mercado municipal por sus ocurrencias, había sido víctima de una brutal paliza. Se presume que lo atacaron a puños y con algún objeto contundente.
La mayoría de los golpes los recibió en la cabeza. Murió en el referido centro asistencial. No logró delatar a sus asesinos, porque nunca recobró la conciencia.
El móvil de la muerte de Rodríguez Cáceres se desconoce. Surgieron versiones extraoficiales, desde que se trató de una riña en un sitio donde estaba ingiriendo licor con unos amigos, hasta que se resistió a un robo o que podría tratarse de un crimen pasional.
El hecho es que las investigaciones las adelanta el Eje de Homicidios del Cicpc, y para ello ha llamado a declarar a una serie de personas de su entorno amistoso, incluyendo a varias mujeres que lo conocían.
En otro hecho, la mañana del miércoles 24 de agosto fueron localizados dos cadáveres a la entrada de la autopista La Fría, en la vía a La Esmeralda, en el municipio García de Hevia, Táchira.
Los cuerpos, que no han sido identificados, estaban abaleados y al parecer intentaron calcinarlos. Sin embargo, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) lograron establecer que las víctimas eran de sexo masculino, de piel blanca, contextura media y de edades comprendidas entre los 25 y 30 años de edad. Estaban desnudos.