Comerciante fue asesinado por las FAES en la vía de El Junquito
Al hospital llegó su cadáver con un disparo en el pecho, sin documentación, sin celular y sin los dólares que había recibido de una venta que fue a cobrar
Leonidas Rafael Ordosgoiti Gil avisó a su hermano que se iba a su casa, en el kilómetro 21 de El Junquito, municipio Libertador, pero antes se comería unos perros calientes. Esa fue la última conversación que tuvo con su familia, porque fue asesinado por las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) el viernes 7 de junio a las 5:00 pm.
Al hombre de 36 años de edad lo hallaron muerto a las 7:00 pm del día siguiente en el hospital Pérez Carreño, a donde lo llevaron funcionarios de las FAES luego de un presunto enfrentamiento. Eso le informaron a los parientes, quienes lo buscaron durante todo el día porque él no solía perderse.
Un familiar, quien por temor pidió mantener el anonimato, explicó que el viernes Leonidas había salido a Catia a cobrar un dinero producto de la venta de una mercancía que compraba en Cúcuta. De esta forma se ganaba la vida.
Al tomar la autopista Mamera – El Junquito fue detenido y asesinado por las FAES, a la altura de La Arenera. Le dieron un disparo en el pecho. Al hospital llegó su cadáver sin documentación, sin celular y sin los dólares que había recibido de la venta.
“Ellos tienen que verificar a quién le disparan, pero tienen licencia para matar y a él lo mataron injustamente porque no se enfrentó”, dijo el pariente.
El vehículo Century, color gris, en el cual se desplazaba se encuentra en la división de Vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Leonidas estuvo preso durante cinco años, porque fue involucrado en un secuestro y en un robo. Según sus allegados se determinó su inocencia y hace 10 meses fue excarcelado, bajo régimen de presentación cada 15 días.
“Pagó mucho tiempo preso sin estar involucrado”, soltó el pariente, quien este lunes 10 de junio realizaba los trámites para poder retirar el cuerpo.
La víctima era padre de un niño de 11 años y una niña de dos meses de nacida.
A Luis Miguel Castro Vargas, de 28 años de edad, le dieron un tiro en el pecho y otro en la cabeza, porque presuntamente robó a un funcionario del Cicpc.
Ocurrió el domingo 2 de junio a las 7:00 pm, en el sector La Casilla del barrio Isaías Medina Angarita de Catia. Pero este lunes 10 de junio fue que sus familiares pudieron conseguir la donación de un féretro y una parcela para su entierro, ya que no tenían dinero para cubrir el alto costo de un servicio funerario.
Su papá, Alexis Castro, aseguró que su hijo no robó al efectivo, pues ni siquiera tenía un arma. Testigos se limitaron a dar información del crimen.
El 16 de agosto de 2018 quedó en libertad, luego de permanecer siete años preso en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), por presunto intento de homicidio. Se encontraba bajo régimen de presentación cada 15 días.
Luis trabajaba como mototaxista. Vivía con su mamá en el barrio Nuevo Horizonte de Catia; el día del asesinato estaba de visita en casa de su padre.