Eduvigis de Polidor: “A Hernancito y su cómplice les dieron trato de héroes”
A los 23 años de la muerte del ex grande liga y jugador de Los Tiburones de La Guaira, Gustavo Polidor, su viuda, Eduvigis Fuenmayor, considera que los dos implicados en el homicidio, Hernán Gregorio López Ortuño “Hernancito”, muerto el pasado jueves en un tiroteo con el Cicpc y Marco Tulio Quintero Flores, alias “Marquito”, que está en libertad, “en vez de tratarlos como criminales mas bien les dieron el trato de héroes, por eso salía, en todas partes retratado y apoyado por la ministra Varela. “Hernancito” se autocalificaba de ser un activista político, socialista, chavista y era apoyado por el gobierno, al final se terminó cayendo la careta que se había puesto”.
Fuenmayor indicó que logró que ambos fuesen sentenciados después de 9 años de haber ultimado al pelotero, “nueve años de luchas y juicios”.
Al recordar el suceso del 28 de abril de 1995 en el que le quitaron la vida, de dos disparos a su esposo, la viuda dijo que ese día Quintero Flores cumplía 11 días de haber quedado en libertad pues estuvo preso por un robo.
Recordó que su esposo iría con ella a pagar los servicios porque no quería que saliera sola con el niño pues ya la había asaltado en una oportunidad.
La mañana del crimen, Polidor se disponía a salir en su Toyota para pagar servicios de luz y teléfono. Mientas él estaba en el carro con el hijo menor de ambos en el estacionamiento de la quinta Mari Michelle en Santa Mónica, Eduvigis Fuenmayor salió a la calle para depositar la bolsa de basura en un recipiente, cuando regresaba encontró a dos hombres que estaban a ambos lados del auto. El grandeliga le entregó las llaves del carro y la camioneta a los asaltantes pero ellos querían entrar a la casa para robar, pero Polidor se lo impidió. Eso fue lo que molestó a Marquito quien le dio los dos disparos. Polidor fue ingresado muerto a una clínica.
Para la viuda, lo peor fue decirle a sus dos hijas, de 15 y 11 años de edad. Cuando se vieron madre e hijas se abrazaron para llorar.
“Todavía él está entre nosotros porque no hay día que no lo recordemos. Ya hacen 23 años de que esos desgraciados acabaron con la vida de quien era un ejemplo para el país”, dijo Fuenmayor.
Para la viuda de Polidor estos 23 años no han sido fáciles. Tuvo que enfrentar que a raíz de la muerte de su padre, su hija María perdiera el interés por los estudios y le costo trabajo animarla para que los reiniciara. Mientras el menor de la casa constantemente llamaba a su papá y repetía lo que un candidato a la alcaldía mayor anunciaba en su campaña electoral “plomo al hampa”.
Por recomendación de un psiquiatra la viuda inició sus estudios de Derecho, hizo post grado en Derecho Penal y una especialización en Criminalística.
Dijo: “Hernán se sentía orgulloso e importante por haber matado al beisbolista. Se escapó y lo capturaron cuando el caso de las hermanas Monagas. Logré que los condenaran después de 9 años. Ellos no estaban aptos para ir a la calle y así lo demostraban los exámenes que les hacían cada vez que pedían una revisión de medidas porque consumían drogas”, recordó.
Agregó que Marquito fue favorecido con una medida de régimen de confianza. Salía a trabajar y regresaba a la PGV pero transcurridos unos días de ese disfrute, en 2015, no retornó al penal. Fuenmayor se enteró al visitar el despacho de un juez y éste le comentó que le habían pedido una orden de captura para Quintero Flores pero que no tenía conocimiento de que éste disfrutaba de un régimen especial ni que se había evadido. Después lo recapturaron y lo enviaron al Dorado, estado Bolívar pero luego quedó en libertad. En esa oportunidad la viuda de Polidor pidió protección para ella y su familia porque el homicida de su esposo estaba en la calle.
En 2007 Fuenmayor fue nombrada juez itinerante en Los Teques donde estuvo 2 años luego le dieron el cargo de juez provisoria en el Tribunal Tercero de Juicio Lopna en Caracas donde estuvo 8 años hasta mayo del año pasado cuando renunció.
El cadáver de Hernán Gregorio López Ortuño, conocido como “Hernancito”, todavía se encuentra en la morgue de Bello Monte luego de que falleciera el 26 de julio durante un presunto enfrentamiento con funcionarios de la División contra Extorsión y Secuestro del Cicpc en la Quebradita I de Artigas, municipio Libertador de Caracas.
Antes de ser entregado a un familiar directo el cadáver será sometido a un reconocimiento post mortem y el fiscal, al cual le asignaron el caso, acudió a la morgue, sin embargo, la víctima de Ortuño, quien había sido secuestrado y quien le amputaron un dedo, hasta este domingo no había asistido al recinto forense para identificar a López Ortuño.
A últimas horas del domingo un familiar de Hernancito se presentó en la morgue para reclamarlo, sin embargo el cadáver no le fue entregado debido a la falta del reconocimiento señalado anteriormente.