Cecodap: los niños deben ser educados para detectar a posibles agresores sexuales

A los niños hay que enseñarles a diferenciar entre distintos tipos de contacto y a denunciar a quienes traten de sobrepasarse con ellos

Entre mayo de 2017 y agosto de 2018 asesinaron a 19 niños en Caracas.  La familia de 63% de las víctimas conocía al asesino

CARLOS D´HOY @carlos_dhoy

El 14 de septiembre de 2018 un hombre identificado como José Manuel Morgado Bello (48), a quien los vecinos de El Valle conocían como “El Zapatero, abusó y asesinó a cuatro niños en esa zona ubicada al sur de Caracas. El 24 de septiembre, fueron localizados los cadáveres de una niña de 8 años de edad y su madre en una vivienda en la parroquia caraqueña de San Agustín: ambas habían sido abusadas y apuñaladas hasta morir.

En solo 10 días, 5 niños murieron víctimas de depredadores sexuales en Caracas.

Los brutales asesinatos reavivaron la polémica sobre el maltrato y el abuso sexual infantil. Un debate que incluye a la confianza de la familia, la pobreza, así como la ausencia de políticas públicas para prevenir y enfrentar la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes.

 

Para Fernando Pereira, fundador y coordinador de Cecodap, las estadísticas no mienten. “Un porcentaje elevado de los abusadores sexuales está muy cerca de las familias y no tenemos planes educativos para enfrentar esa amenaza”.

Advirtió que Venezuela está en deuda con los niños en esa materia: “Es fundamental formarlos desde muy pequeños para que sepan protegerse de potenciales agresores”.

Considera que, además de la ausencia de programas formativos, hay fallas estructurales en la educación de los niños que los hacen vulnerables ante los abusadores.

Educados para facilitar agresiones

“Al enseñarle a los niños que siempre deben hacerle caso a los adultos y que deben hacer lo que los mayores les dicen, los propios padres hacen a los niños dóciles ante los agresores ”, indicó Pereira.

Los niños deben saber diferenciar entre los distintos tipos de contacto, deben aprender a denunciar a quienes traten de sobrepasarse con ellos, pero con la formación que tenemos actualmente “atrofiamos las cualidades de atención y de alerta que deben tener para enfrentarse a potenciales peligros”.

“La agresión se inicia con cosas aparentemente inofensivas y hasta inocentes como conversaciones, celebraciones y juegos. El abusador hará regalos injustificados, juguetes y dulces serán sus anzuelos; tendrá contactos sospechosos con el niño, intentará llevarlo a parques, a la playa o al cine para pasar a tiempo a solas con él o ella, se hará más osado hasta concretar su objetivo”.

Por eso, insiste Pereira, es tan importante que el niño esté entrenado y conozca los peligros que lo amenazan y los padres estén alerta, porque de esa manera podrán adelantarse  y prevenir posibles agresiones.

El psicólogo Santiago García, se suma a la opinión de Pereira sobre la prevención y la autoprotección por parte de los niños. “Con la adecuada educación, niños y adultos podrán mejorar su estado de alerta ante las señales de abusadores sexuales y así evitar posibles ataques”.

Asegura que, por lo general, las agresiones sexuales contra los niños no se dan en ataques repentinos. “Se producen tras períodos de adaptación del agresor, quien se va ganando la confianza de quienes lo rodean”.

El abuso se conocerá solo cuando es denunciado por la víctima o cuando son descubiertas las evidencias de que ocurrió. Señales que ni el mismo niño puede ocultar como insomnio, pesadillas, miedos injustificados, sangramientos, heridas, moretones o enfermedades venéreas.

“Si la familia está entrenada para la prevención, estará al tanto de los riesgos y trabajará para impedir que se concrete el abuso”, dijo el psicólogo.

Cualquiera puede serlo

Ambos especialistas coincidieron en señalar que cualquier persona puede ser un abusador. “Si una cosa tienen en común los casos de abuso, es que la mayoría de ellos el abusador era un conocido de la familia”, dijo Pereira.

En 90% de los casos los abusadores eran conocidos o familiares de las víctimas. 80% de los abusadores eran mayores de edad y casi 90% de ellos eran hombres, esto da una perspectiva general sobre los abusadores, se desprende de datos manejados por Cecodap y por organismos policiales.

Sin embargo, un alto porcentaje de las agresiones son cometidas por mujeres (20%), menores de edad (15%) y personas desconocidas (entre 10%y 15%) por lo que no hay que confiarse en ningún momento. “Cualquiera puede ser un abusador”, indicó el coordinador de Cecodap.

Estado irresponsable

Fernando Pereira criticó la forma como son manejados los casos de abuso infantil por las autoridades venezolanas. “Cuando existen las instancias, establecidas por las leyes para atender a las víctimas de este tipo de hechos desde diversas perspectivas, esas instancias hacen poco o nada”.

“Por lo general, el abordaje que se hace es policial y casi siempre termina culpando a la familia de lo ocurrido. El Estado no asume su responsabilidad”.

Ejemplo de esto fue el caso de El Valle, donde la madre de cuatro niños fue señalada por dejar a tres de sus hijos en su casa mientras ella le llevaba comida a su esposo preso.

“Trágicamente, los tres niños fueron asesinados y toda la culpa se achaca a la madre, pero vemos que el Estado no asumió la responsabilidad que tenía en ese hecho”.