Dos homicidios marcaron el primer día de agosto en Táchira
El pasado domingo 1° de agosto estuvo marcado por la ocurrencia de dos homicidios en el estado Táchira, uno en San Cristóbal y otro en García de Hevia.
Del primer crimen se tuvo noticia a primeras horas de esa mañana, en la populosa parroquia La Concordia, en San Cristóbal, donde una riña entre dos amigos de farra culminó con la muerte de uno de ellos.
Ambos, la víctima y el señalado victimario, estuvieron departiendo e ingiriendo bebidas alcohólicas desde la noche del sábado. Esto ocurrió en la vereda 2 de la calle principal del sector Monseñor Ramírez.
Una discusión, que se generó por razones hasta el momento desconocidas, rápidamente se tornó acalorada y precedió el crimen. De acuerdo con las primeras versiones, uno de los hombres le infligió al otro dos cuchilladas en el intercostal izquierdo, provocando su muerte en minutos.
La víctima fue identificada como José Libardo Guerrero Medina, un albañil de 63 años de edad. Falleció en plena vía pública, a pocos metros de su casa, pese a que una equipo del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal acudió en su ayuda.
Dado el estado de ebriedad en que se encontraba el presunto victimario, funcionarios de Politáchira lograron aprehenderlo muy cerca de la escena del crimen. El detenido quedó a disposición del Ministerio Público. Se supo que se trata de un obrero de 61 años de edad cuyo nombre se corresponde con las siglas W.B.
Hacia las 10:00 de la mañana de ese mismo domingo pero en el municipio García de Hevia, zona norte del Táchira, hicieron el hallazgo del cadáver de un hombre. El cuerpo, que no pudo ser identificado, quedó sin identificar.
Las primeras autoridades en llegar al sitio fueron funcionarios de Politáchira adscritos a ese municipio, que una vez confirmaron la presencia del cadáver, notificaron del hecho al Cicpc de La Fría.
La víctima estaba descalza, vestía una bermuda azul y una franela beige. No hallaron conchas de balas ni sangre en el sitio, lo que hizo presumir al Cicpc que al hombre lo ultimaron en otro lugar y dejaron su cuerpo en este otro sitio. Le habían propinado cuatro balazos en el pecho.
El cadáver yacía a la altura de la Zona Industrial de La Fría, en uno de los canales de circulación que conduce a la subestación eléctrica de Corpoelec. Los investigadores presumieron que la data de muerte era de varias horas.
Los cuerpos de las víctimas de ambos casos fueron levantados y trasladados a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, por comisiones del Cicpc.