Asaltantes asesinan a funcionario de Polisucre en intento de robo
43 policías han sido asesinados en Caracas entre mayo de 2017 y septiembre de 2018.
Más de 20 años de servicio en la Polisucre tenía el supervisor jefe Willy Pedro Valero López de 41 años de edad, asesinado el pasado jueves 24 de octubre en horas de la noche en el callejón San Pedro, sector Santa Isabel de Petare, municipio Sucre del estado Miranda.
Valero López se convirtió en la víctima número 43 de la violencia armada contra policías en la ciudad de Caracas en el período comprendido entre el primero de mayo de 2017 y el 30 de septriembre de 2018, según la data recopilada por el Monitor de Víctimas, iniciativa periodística de Runrunes y la ONG Caracas Mi Convive.
Josefina Cáceres, pareja del oficial de la Policía Municipal de Sucre, asesinado, señaló que la familia había ido ir a visitar a su mamá en el mencionado sector y aprovechar para entregarle varios productos alimenticios debido a que su esposo se encontraba franco de servicio.
“Salimos como a las seis de la tarde, Willy estaba encendiendo la moto… cuando un muchacho de unos 17 años, de piel blanca, no muy alto como de un metro 60 de estatura, con una pistola intentó robarlo. Mi esposo se defendió, ambos dispararon, no se quien lo hizo primero pero los dos resultaron heridos. El ladrón cargó con el Koala y huyó junto a otros que lo acompañaban, no le quitaron el arma ni la moto”.
El supervisor jefe fue trasladado malherido hasta un centro de salud privado ubicado en La Urbina, sin embargo a su ingreso se determinó que no tenía signos vitales, había muerto en el camino.
Según la data recopilada por el equipo del Monitor de Víctimas, en los últimos 17 meses, 20 funcionarios policiales fueron asesinados en robos en la ciudad de Caracas.
11 de ellos murieron durante asaltos que tenían como objetivo quitarles el armamento que portaban. Otros seis fueron asesinados por las motos en que viajaban.
Por el asesinato de Valero López son buscados cuatro jóvenes, presuntos integrantes de una banda que opera en el callejón San Pedro, del sector Santa Isabel de Petare, el grupo acompañaba al adolescente que disparó durante el robo.
Funcionarios policiales realizaban recorridos por los hospitales capitalinos con la intención de localizar al joven herido.
El oficial asesinado deja dos hijos, un joven de 19 años y de un niño de nueve, con estos suman 34 los huérfanos que han dejado funcionarios policiales que han caído víctimas de la violencia en la capital de la República.
Según los datos recopilados por el Monitor de Víctimas, las armas de fuego son las grandes protagonistas de la violencia en Caracas.
Pistolas, revólveres, escopetas y fusiles estuvieron de una manera u otra implicadas en los crímenes. Además de ser utilizadas para perpetrar los crímenes, son el móvil para ejecutar las acciones contra los efectivos.
87% de las muertes de policías fueron provocadas por este tipo de armas, 36 de los policías asesinados en el período murieron por disparos de armas cortas que dominan el escenario de la violencia capitalina.
En un caso un oficial de la PNB murió por un disparo realizado con una escopeta y en otro caso, un funcionario murió por las heridas que sufrió tras haber sido atacado con un arma blanca.
Este hallazgo ratifica lo señalado por el Observatorio Venezolano de Violencia que en su informe correspondiente al año 2017 establece que 90% de los asesinatos ocurridos en el país están involucradas las armas de fuego.
A pesar de ello, el robo de armas y motos no son las únicas causas de la muerte violenta de uniformados. Poco más de la mitad de los 43 funcionarios asesinados, 23 de ellos, murieron en otros hechos.
Tres fallecieron en el cumplimiento del deber, tres más fueron asesinados en acciones vinculadas con venganzas perpetradas en su contra por enemigos. Otros tres fueron ejecutados en acciones policiales.
En ocho de los asesinatos las autoridades que investigan los crímenes no habían logrado establecer el móvil de la muerte.
Además dos funcionarios murieron luego de haber sido impactados por balas perdidas, otros dos en riñas y dos más en hechos vinculados con presuntas resistencias a la autoridad.
Cuando se analiza el contexto donde ocurrieron los asesinatos, se observa que la mayoría de los hechos ocurrió en la vía pública. Un total de 36 policías cayeron muertos en las calles de Caracas, cuatro perecieron en sus viviendas, dos en el trabajo y uno en un establecimiento comercial.
El municipio más peligroso para los funcionarios policiales es Libertador, allí 34 policías, mientras que seis fueron asesinados en el municipio Sucre del estado Miranda, dos en Baruta y uno en Chacao.
Al estudiar el sexo de las víctimas se observa que 41 eran del sexo masculino, dos eran mujeres.