Asesinaron a comerciante cuando faltaban cinco horas para su cumpleaños

LYSAURA FUENTES

El comerciante independiente Juan Miguel Méndez Subero, de 35 años de edad, perdió la vida de forma inesperada cuando regresaba de visitar a una tía en el sector San Rafael, barrio Los Mangos, parte alta de La Vega, municipio Libertador de Caracas, ese jueves 28 de septiembre a las 7:30 de la noche.

Ese día Subero estaba preparado para celebrar su cumpleaños número 36, debido a que le faltaban cinco horas para cumplirlos, pero como era de costumbre asistió a la casa de su tía en La Vega para ir festejando por adelantado.

Ya cuando eran las 7:30 de la noche decidió irse del lugar y bajó del barrio en un mototaxi. Subero se quedó en la redoma de La India y en ese lugar fue víctima del hampa. Un hombre se le acercó y lo obligó a entregar sus pertenencias, pero Juan Miguel se opuso y el sujeto le disparó en el abdomen.

El pistolero huyó del sitio del suceso con un koala de la víctima, donde guardaba su celular y dinero.

El comerciante agonizando fue trasladado por un hermano en una moto hasta el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño. De inmediato lo ingresaron en emergencia, y desde ese momento desconocían su estado.

Sin respuesta

Marianny Subero estaba en El Junquito cuando le llegó la noticia de que a su hermano lo habían herido. Ella se presentó a las 8:00 de la noche en el hospital y le dijeron que había sido ingresado a quirófano para ser operado.

Tanto ella como demás miembros de su familia estaban nerviosos y atentos esperando información de Subero, pero no obtuvieron respuesta en toda la noche. Cuando solicitaban conocer su estado los médicos les contestaban que: “está en quirófano, no se preocupen que él va a aguantar la operación”.

Marianny se fue del centro médico a la 1:00 de la madrugada del día siguiente para su casa a descansar y cargar el teléfono, luego regresó a las 9:00 de la mañana y no logró una respuesta sobre el estado de su hermano.

Su desesperación se aumentó y exigía a toda costa una respuesta, subió al piso 4 del recinto para que ver si encontraba a su hermano ya operado y unos milicianos le dijeron que no podía pasar. Tanta fue su insistencia que verificaron un listado y no hallaron a Juan Miguel.

“Yo pensé lo peor, bajé y les dije a mis hermanos que debíamos ser fuertes, que algo malo le había pasado a Juan Miguel”, contó Marianny.

En ese momento, una amiga que trabajaba en el hospital los saludó y le dieron el nombre del comerciante para que verificara. Ella regresó luego de cinco minutos con la noticia de que estaba muerto.

Juan Miguel tenía un negocio en Quinta Crespo y dejó en orfandad a una niña de 12 años.