Hallan dos cadáveres dentro de sus viviendas en menos de 24 horas en Caracas
Entre la noche del domingo y la mañana del lunes fueron encontrados los cuerpos sin vida de Enrique Gerardo Berti Osorio, de 55 años de edad, en su domicilio en la urbanización San Marino de Chacao; y el de Julio César Castillo Pacheco, de 65 años, en su casa en Brisas de Propatria.
En Caracas, dos víctimas de homicidio fueron halladas dentro de sus viviendas en menos de 24 horas. Aunque habitaban en sitios distintos, sus perfiles guardaban algunas similitudes: eran hombres, comerciantes, mayores de 50 años y sin pareja. En ambos casos, las hipótesis apuntan al robo.
A Enrique Gerardo Berti Osorio, de 55 años de edad, lo halló una de sus hermanas este lunes, 11 de septiembre, a las 9:30 am. Abrió la puerta para dejar pasar al personal del limpieza y de inmediato vio el cuerpo en el piso, atado de manos y pies, y con una bolsa plástica en la cabeza.
La víctima habitaba el primer piso de un edificio de tres plantas que está ocupado por algunos miembros de su familia, ubicado en la calle San Marino de la urbanización homónima del municipio Chacao, estado Miranda. Solo su madre escuchó ruidos en la residencia la noche del pasado jueves, 7 de septiembre. Lo llamó para cerciorarse de su estado y él contestó que todo marchaba bien. Allegados presumen que en ese momento lo obligaron a contestar el teléfono bajo amenazas.
Desde ese jueves, no había acudido al negocio que había abierto hace 15 años –una venta de autopartes eléctricas llamada Refacciones y Accesorios Vil y Ber C.A, ubicada en la avenida principal de Maripérez– porque tenía programado un viaje a Valencia, razón por la que a la familia no le había extrañado la ausencia de su vehículo: una camioneta Jeep. Hasta ese día, se mantuvo en contacto telefónico con sus empleados.
Berti Osorio era padre de una adolescente de 15 años y el menor de 6 hermanos. Se había graduado como Técnico en Mercadeo en Estados Unidos. A finales de los 90 había ocupado un puesto gerencial en Duncan, en la ciudad de Miami, en Florida. A principio de la década pasada, había regresado al país para comenzar su empresa.
Una vecina fue quien puso en alerta a la familia de Julio César Castillo Pacheco, de 65 años de edad. A ella, que había sido su novia 7 meses atrás, le había extrañado que hubiese mantenido la ventana abierta durante todo el fin de semana, y que tanto las luces como el televisor estuvieran encendidos por tantas horas. La noche del domingo 10 de septiembre, alrededor de las 9:00 pm, decidió llamar a los sobrinos del comerciante colombiano, nacido en Barranquilla, y estos acudieron a la casa ubicada en La Haciendita, sector Boquerón de Brisas de Propatria, en la parroquia Sucre del municipio Libertador. Apenas abrieron la puerta, que no mostraba señales de haber sido forzada, se toparon con el olor del cuerpo descompuesto de la víctima.
Carrillo Pacheco fue hallado en el piso de su cuarto. Tenía puesto el pijamas y en el bolsillo llevaba el control remoto del televisor. Le habían dado un golpe con un objeto contundente en la cabeza que fue tan fuerte que le hundió la sien y lo mató.
Los familiares presumen que se trató de un robo porque en la vivienda todo estaba desordenado. Como la víctima comerciaba con dólares y oro, creen que es posible que la o las personas que lo mataron hayan cargado con ese botín. Durante los últimos días había estado solo porque la hija con la que vivía se había ido de vacaciones a Colombia.
Un hecho curioso mencionado por los familiares es que Carrillo Pacheco había perdido las llaves de su casa el jueves. Los vecinos lo vieron el viernes cuando fue a darle el pésame a una familia cercana por la muerte de uno de sus miembros. También lo vio la señora que limpiaba su casa, que fue ese día en la mañana. Sus allegados se mantuvieron en contacto con él vía telefónica en horas de la tarde, pero luego no supieron de él.
Desde hace 10 años, el comerciante había quedado viudo y desde entonces mantenía relaciones cortas con algunas mujeres. Era padre de 6 hijos, la mayoría vive fuera de Venezuela.
La frecuencia de asesinatos de personas mayores de 50 años en sus viviendas, por presunto robo, se incrementó en el último mes. Mientras que entre mayo y julio se registraron 7 casos, solo en agosto hubo 16 homicidios con estas características, de acuerdo con cifras registradas por Monitor de Víctimas, un proyecto desarrollado por Runrun.es y Mi Convive que combina periodismo de datos, de investigación y participación ciudadana.