Joven murió de una infección después de recibir una puñalada durante un robo
El 11 de diciembre, luego ser herido, lo atendieron en el Domingo Luciani donde le dieron de alta dos días después. Posteriormente tuvo una recaída y al día siguiente falleció. Su familia asegura que se infectó en el hospital
Johnny Rafael Quintana, de 21 años de edad, se resistió a que le robaran su teléfono celular y eso generó que los ladrones le insertaran una puñalada en el pecho. La víctima fue herida en el barrio El Rodeo de Guatire, estado Miranda, pero falleció a la semana siguiente en el hospital Domingo Luciani, luego de una recaída por una infección.
La tarde del pasado miércoles 11 de diciembre, Johnny salió de su casa ubicada en el sector Moscú del barrio El Rodeo. De acuerdo con el testimonio de los familiares que asistieron a la medicatura forense de Bello Monte a buscar su cadáver, el joven iba por una acera cuando fue atacado por desconocidos.
Johnny tenía su billetera y un teléfono celular de baja gama (de los que permite solo hacer llamadas y enviar mensajes). Los hombres que lo rodearon le pidieron sus pertenencias y su familia cuenta que se resistió, lo que hizo que sus atacantes tomaran venganza y sacaran un puñal.
Los ladrones lo hirieron en el pecho y huyeron luego de quitarle el celular y la billetera. Vecinos de la zona ayudaron a Johnny y lo llevaron al hospital general Guarenas-Guatire, donde lo remitieron al hospital Dr. Domingo Luciani, debido a que no tenían especialista para sacarle el cuchillo ni insumos para tratarlo.
En el Domingo Luciani lo recibieron y lograron quitarle el pedazo de metal que tenía incrustado en el tórax. En ese centro de salud estuvo internado dos días y le dieron de alta al verlo recuperado. Sin embargo, el sábado sus familiares lo llevaron nuevamente porque tuvo una recaída y empezó a sentirse mal.
Su padre, Oswaldo Quintana, asegura que la víctima agarró una infección en el hospital y que eso hizo que falleciera en horas de la madrugada del pasado domingo 15 de diciembre.
Johnny no deja hijos. Se dedicaba a la agricultura en una parcela que su familia tiene por Guatire, y también ayudaba a su papá en otro terreno ubicado en Caucagua. El progenitor afirma que el asesinato de su hijo no es una novedad, pues ya ha habido en la zona otras víctimas por el mismo móvil. Describe al barrio El Rodeo como «peligroso y con poca vigilancia».