Madre pide justicia y que cambien a juez que liberó a presuntos asesinos de su hijo
Uno de los implicados en el homicidio sería un primo de la víctima
Desde junio pasado, Ligia Elena Carvajal está luchando para que los dos implicados en la muerte de su hijo sean detenidos nuevamente y paguen lo que hicieron.
A Junior José Martínez Carvajal lo mataron a golpes y machetazos para robarle un celular que después vendieron. Lo sepultaron en un área boscosa del sector Alto Pino en Lomas de Baruta. El joven que laboraba en un restaurante de La Trinidad despareció el pasado 4 de marzo cuando salió a vender el teléfono.
Cuando las horas transcurrieron y no retornó a la casa de sus padres, se encendieron las alarmas y comenzó la búsqueda que resultó infructuosa. La denuncia fue formulada en la policía científica cuyos funcionarios comenzaron a hacer su labor hasta que lograron ubicar a la mujer quien compró el teléfono. Ella fue detenida aunque no estaba vinculada al homicidio y luego un tribunal ordenó su libertad para quedar a presentación ante esa instancia.
A finales del mes de junio Ligia Elena realizaba las tareas de su hogar y vecinos le dijeron que desde temprano una comisión del Cicpc estaba en la zona en labores de búsqueda pero por la mente de Ligia Elena no pasó la idea de que se tratara de su hijo mayor.
Pasaron las horas y cuando hallaron el cadáver de Junior José, los investigadores, que no se habían atrevido a manifestarles sus sospechas de que buscaban a su hijo, llegaron a su vivienda y le dieron la mala noticia.
Su hijo llevaba 3 meses desaparecido. Ella recuerda el día en que salió de su casa por última vez cuando le dijo que iba a vender el celular. Antes de irse besó a su hermanita, de 4 años de edad y ella le pidió la bendición.
El día en que hallaron el cadáver de Junior José, Ligia Elena se llevó una doble sorpresa. Primero que el cadáver estuviese cerca de su residencia y la otra era que uno de los implicados en el homicidio era Humberto Subero Martínez, primo de su hijo, por parte de su papá. El otro implicado era un adolescente de 17 años.
A pesar de que el Cicpc los aprehendió a ambos y los dos habrían confesado los hechos, la madre de la víctima se sorprendió cuando el tribunal 10 de Control en materia de Adolescentes, a cargo de la juez Mireira Velásquez, ordenó la libertad de los aprehendidos.
Ese día ella había tratado de asistir a la audiencia de presentación pero un fiscal se lo impidió diciéndole “que no haría nada en esa sala porque allí se iba a escuchar a los imputados”, así que estuvo esperando por tres horas con la esperanza de entrar a la audiencia.
Ahora espera que la fiscal 117º Daisy Jaime apele a la decisión de ese juzgado. “Pido que se haga justicia, que se cambie a la juez del caso”.
Se preguntó “cómo quedaron en libertad los dos implicados si ambos confesaron y llevaron a la policía hasta el lugar donde enterraron a Martínez Carvajal”.
Junior José estudió hasta 4º año de bachillerato en el liceo Pedro Emilio Coll de la parroquia Coche, pero tuvo que abandonar los estudios cuando su novia quedó embarazada por lo que optó por trabajar para darle a su hija lo que necesitara pero los padres de la muchacha rechazaron todo lo que él y su mamá le llevaban a la recién nacida. Y ahora tampoco han permitido que los familiares de la víctima visiten a la pequeña que ya cumplió un año de edad.