Una pareja y dos de sus hijas murieron a machetazos supuestamente a manos de un hermano de ellas

Cuatro miembros de una misma familia -padre, madre y dos hijas ya mayores de edad- fueron asesinados dentro de su propia casa. Según las primeras versiones, el crimen habría sido cometido por otro miembro de ese núcleo familia: un hijo de la pareja, quien padece de esquizofrenia y no está medicado.

El hecho, perpetrado a machetazos, ocurrió la madrugada del pasado miernes 13 de agosto en el caserío El Degredo, Sanare, municipio Andrés Eloy Blanco, estado Lara.

Las víctimas fueron Antonio Vicente Aguilar, de 56 años; Reina del Carmen Manzano, de 52 años; María Isabel y Yenny Carolina Aguilar Manzano, de 20 y 32 años de edad, respectivamente, quienes estaban durmiendo en otro cuarto.

Se supo que la menor de las hermanas tenía tres meses de embarazo. Poco se le veía el vientre, pero toda la familia estaba feliz porque pronto llegaría un nuevo integrante.

Según la versión policial, el señalado responsable, de 22 años de edad cuyo nombre se corresponde con las siglas J.V.A.M., habría atacado a sus víctimas mientras dormían.

De acuerdo con las primeras hipótesis, el primero en ser atacado fue el padre, que recibió heridas en la cara y el cuello. La segunda fue la madre, que tuvo heridas en el brazo derecho y en la cara. Fuentes policiales aseguraronb que la mujer terminó decapitada.

Se presumen que Yenny habría escuchado los ruidos y se levantó para ver qué pasaba. Habría sido en ese momento cuando se convirtió en la tercera víctima. Recibió machetazos en la espalda y en la cabeza.

La cuarta víctima fue María Isabel. Personas ligadas a las investigaciones presumen que la muchacha trató de liberarse del homicida, debido a que presentó heridas de defensa en los brazos y acabó sin dedos. Presentaba heridas entre la clavícula y el cuello.

¿Caminaba ensangrentado?

Habitantes del mencionado caserío contaron a Monitor de Víctimas que una vez cometido el crimen, el señalado responsable trató de encubrirlo. Aseguraron que el hombre arrastró los cadáveres hasta una zona boscosa de la finca para tratar de enterrarlos.

Lo vieron caminar de un lado a otro y su ropa estaba ensangrentada. Tratamos de agarrarlo, pero él tiene mucha fuerza y fue cuando lo golpearon cuando logramos maniatarlo. Dijo que había asesinado a su familia porque los odiaba”, sostuvo una vecina.

Cuando el muchacho ya estaba inmovilizado llegó al lugar uno de sus hermanos. Supuestamente le habría dicho que se arrepintiera ante Dios por lo que había hecho, pero al parecer el hombre le contestó que él se había salvado “porque le agarró el día”.

Un conocido de la familia Aguilar Manzano aseguró que hace unos años, un especialista les explicó que el muchacho padecía de esquizofrenia y que con el tiempo podía llegar a ser agresivo, pero que la advertencia no la acataron sus padres, ya que eran una familia del campo y no tenían acceso frecuente a los medicamentos que se requerían.

Lo entregaron a las autoridades

Una vez que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegó al caserío, la comunidad entregó al muchacho y quedó bajo custodia del cuerpo policial, para su presentación en tribunales del estado Lara.

Un abogado consultado explicó que si se comprueba que el joven padece de problemas mentales se le calificaría jurídicamente como una persona inimputable, según el artículo 62 del Código Penal Venezolano.

¿Para que no sufrieran?

Douglas Rico, director del Cicpc a nivel nacional, informó a través de su cuenta en Instagram que el joven habría perpetrado el crimen presuntamente porque su padre constantemente agredía a su madre.

Rico destacó que supuestamente una vez pepetrado el ataque contra el padre, el joven habría seguido contra su madre y hermanas, con la excusa de que no sufrieran por la muerte del padre.