Abusan y asesinan a niña y a su mamá en San Agustín
Yadbel Sequera, de ocho años, se suma a la trágica lista de niños asesinados en el valle de Caracas en los últimos 15 días. La noche del 22 de septiembre fue abusada y degollada por un familiar en su vivienda ubicada en el sector La Ceiba, de San Agustín, municipio Libertador. La infante no murió sola, su mamá también fue asesinada de varias puñaladas, el asesino las violó, y luego encerró los cuerpos en la casa tras partir la llave en la cerradura para impedir el acceso al lugar del crimen.
Los cadáveres de Yadbel Sofía Sequera (8) y su mamá Ingrid Josefina Vargas Sequera (50) fueron localizados la mañana del lunes 24 de septiembre por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc) luego de que familiares de Vargas Sequera los alertaran sobre la irregularidad que se presentaba al no recibir respuesta a las llamada telefónicas que le hicieron a la mujer por lo que se acercaron a la casa y al no poder ingresar, observaron debajo de la puerta y vieron daños y desorden en el interior de la casa.
El principal indiciado del crimen es un adolescente de 17 años, sobrino de Ingrid Vargas, quien vivía con ellas desde principios de año, cuando su madre emigró a Perú y lo dejó en la calle.
Información suministrada por vecinos, quienes pidieron que su identidad fuese mantenida bajo reserva, señala que el doble asesinato habría ocurrido la noche del sábado. Ese día una amiga de la niña fue a jugar con ella y relata que aproximadamente a las 7 de la noche se desató una discusión entre el adolescente y Vargas Sequera, pelea que escaló hasta los gritos e insultos, ante la violencia de la disputa la niña se fue a su casa.
Funcionarios policiales presumen que ese habría sido el detonante del asesinato.
Investigadores señalan que el victimario tras haber abusado sexualmente de su pequeña prima, habría intentado matarla asfixiándola con una almohada, pero luego la apuñaló. El asesino salió de la vivienda el amanecer del domingo. Antes de irse daño la cerradura de la entrada a la casa para tratar de retrasar el ingreso a la escena del dantesco doble asesinato y tener más tiempo para huir.
En la funeraria San Pedro de El Rosal donde se realizó el velorio de las víctimas los vecinos comentaron que no tenían mayor información sobre el presunto asesino, “era un joven callado, que cada mañana se iba a su trabajo”. El mayor dato que aportaron es que tendría unos familiares en Los Teques.
El padre de la pequeña asesinada, tenía tres años de haberse separado de Ingrid, comentó que la última vez que habló con ella fue hace dos semanas. Él vive en Barquisimeto, estado Lara; su expareja se había quedado viviendo con la pequeña en la casa que heredó de sus padres.
La mujer era una de las menores de once hermanos, deja dos hijos mayores de edad quienes residen en Colombia. Actualmente se encontraba desempleada, por lo que estaba dedicada a las labores del hogar. La pequeña iba a iniciar el cuarto grado.